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Martes, 25 de Marzo de 2025

La Constitución como arma de doble filo

22 Marzo, 2025
Ricardo Monreal

Hace unos días expresé ante el Pleno de la Cámara de Diputados que hemos recobrado el constitucionalismo mexicano. Lo mencioné a raíz de la reforma constitucional que la Presidenta Claudia Sheinbaum propuso para apuntalar al pueblo de México como único y máximo depositario de la soberanía nacional. Este cambio protegerá los derechos fundamentales de toda la población, y no los privilegios de unas cuantas personas. Recordemos que las constituciones en Estados democráticos sirven para limitar el ejercicio arbitrario del poder y promover los derechos tanto de las mayorías como de las minorías. Sin embargo, algunos Gobiernos buscan utilizar estos documentos rectores como herramientas jurídicas para restringir derechos humanos. Veamos a continuación algunos ejemplos.

Nueva Constitución en Siria

El proceso de creación de una constitución es un momento histórico. También es fundamental, porque en ella se establecen las bases jurídicas que servirán para regular relaciones sociales. Si en el proceso no se toma en cuenta a todas las personas posiblemente afectadas, el producto que resulte (la constitución) no las protegerá a suficiencia.

En este sentido, encontramos el caso de Siria, en donde inició el proceso para elaborar una nueva constitución. Hace unas semanas, el grupo que gobierna en forma provisional (Hay’at Tahrir al-Sham) convocó, con poco tiempo de anticipación, a un diálogo nacional para redactar un nuevo documento constitucional. Los criterios para invitar personas no fueron públicos. Aproximadamente, 600 individuos asistieron. Las mesas de trabajo se dividieron en seis temáticas: 1) marco constitucional, 2) justicia transicional, 3) reforma económica, 4) reforma institucional, 5) libertades civiles y 6) unidad territorial. En la conclusión del evento se dijo que se protegerían los derechos de las mujeres y las libertades civiles, como las de expresión, opinión e información.

A pesar del discurso, el proceso recibió críticas porque no fue suficientemente inclusivo. La premura de la convocatoria no permitió asistir a todas las personas interesadas, incluyendo integrantes de grupos opositores al Gobierno actual.[1] Además, pocos días después del diálogo nacional, el Presidente interino Ahmed al-Sharaa firmó una Constitución vigente por cinco años. Esta retoma algunos elementos de aquella vigente durante el régimen de Bashar al-Assad. Por ejemplo, dispone que el Jefe de Estado debe ser musulmán y establece la primacía del derecho islámico.

Algunos integrantes del grupo redactor afirman que el texto garantizará la libertad de expresión y la igualdad ante la ley, y que prohibirá la discriminación basada en la raza, la religión o el género. Sin embargo, debido a las características de la ley islámica y los antecedentes del grupo gobernante, algunas minorías políticas, religiosas y étnicas creen que el discurso no se verá necesariamente reflejado en la Constitución ni en la práctica.[2]

Por ejemplo, la legislación basada en la sharía anula las libertades de las mujeres en temas como el matrimonio y las herencias. Incluso, Estados Unidos y la Unión Europea anunciaron que levantarían sus sanciones siempre y cuando se establezca un nuevo sistema político inclusivo y protector de las minorías.[3]El caso de Siria sugiere que las constituciones diseñadas por líderes o gobiernos autocráticos no limitan el poder ni protegen efectivamente derechos fundamentales, ni siquiera los de la mayoría de la población.

Reformas constitucionales que limitan derechos 

Como hemos indicado, la creación de una constitución es un momento trascendental, pero también lo son su reformas o modificaciones. Desafortunadamente, en muchas ocasiones los sectores conservadores intentan introducir disposiciones que se apartan del espíritu originario que dio nacimiento a una constitución, pretendiendo limitar derechos y no garantizarlos.

Me viene a la mente el caso de Hungría. Recientemente, el partido del Primer Ministro Viktor Orbán propuso ante el Parlamento una reforma constitucional que enfatiza la protección del desarrollo físico, mental y moral de la niñez por encima de otros derechos, excepto a la vida. Esta reforma permitirá restringir los derechos de la población LGBTTTIQA+ (busca erradicar las marchas del orgullo en aquel país), consagrará que sólo hay dos géneros y posibilitará deportar a ciudadanas y ciudadanos con doble nacionalidad, por motivos “de seguridad nacional”.

En América encontramos el caso de Nicaragua. Hace poco, su Constitución se reformó para establecer que la Presidencia esté integrada por un Copresidente y una Copresidenta, medida que podría enquistar en el poder al actual mandatario y a su esposa. Además, la modificación colocó a la Presidencia por encima de todos los órganos del Estado.[4] Este uso estratégico de la Constitución contraviene los principios de un Estado democrático y de Derecho, porque impide la celebración de elecciones libres, justas y transparentes, lo que imposibilita que la ciudadanía ejerza sus libertades civiles y políticas. Como señalé hace pocos años, se corre el riesgo de “replicar los vicios del pasado, especialmente cuando, en lugar de democracia, se busca perpetuar a un grupo de poder”.[5]

El constitucionalismo mexicano como referente

¿Por qué considero que hemos recobrado el constitucionalismo mexicano? Porque en nuestro país escuchamos a todas las voces interesadas, y las reformas promueven el interés general. Recordemos las modificaciones más recientes a nuestra Carta Magna: se prohíbe el uso ilícito de fentanilo, para garantizar el derecho a la salud; se establecen deberes reforzados de protección en favor de mujeres, adolescentes, niñas y niños; se promueve la protección y el cuidado animal; se garantiza la vivienda para las trabajadoras y los trabajadores, y se busca la igualdad sustantiva y erradicar la brecha salarial por razones de género.

Así, México se distingue de algunos otros países que utilizan su constitución como espada para aniquilar los progresos de la modernidad, porque aquí sí sirve como escudo para limitar el poder y proteger los derechos de todas las personas. En efecto, la norma fundamental de un Estado puede ser un arma de doble filo, pero sólo en una democracia constitucional funciona para proteger y defender los derechos fundamentales de todas y todos.

 

ricardomonreala@yahoo.com.mx

X y Facebook: @RicardoMonrealA

 

Fuentes:

[1] Omar Albam y Cathrin Schaer, “Syria’s ‘National Dialogue’: A show or real transformation?”, Deutsche Welle, 26 de febrero de 2025. Consultado en: https://www.dw.com/en/syrias-national-dialogue-just-for-show-or-genuine-transformation/a-71758356

[2] Dima Moussa, “Approaching the Constitutional Process in Post-Assad Syria”, Constitution Net, 8 de marzo de 2025. Consultado en: https://constitutionnet.org/news/voices/approaching-constitutional-process-post-assad-syria

[3] France 24, “Syria’s leader signs constitution, putting country under Islamist rule during 5-year transition”, 13 de marzo de 2025. Consultado en: https://www.france24.com/en/middle-east/20250313-syria-leader-sharaa-signs-constitution-putting-country-under-islamist-rule-during-5-year-transition

[4] Juan Sebastián Chamorro, “Nicaragua: A New Absolutist Constitution Tailor-Made for an Authoritarian Couple”, Constitution Net, 5 de marzo de 2025. Consultado en: https://constitutionnet.org/news/voices/nicaragua-new-absolutist-constitution-tailor-made

[5] Ricardo Monreal Ávila, “Nicaragua; la transformación inconclusa”, Milenio, 11 de enero de 2022. Consultado en:https://www.milenio.com/opinion/ricardo-monreal-avila/antilogia/nicaragua-la-transformacion-inconclusa

 

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