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Viernes, 18 de Abril de 2025

Otro miembro de la familia Esquitín, cercano a Ardelio Vargas, entra al gabinete estatal

3 Abril, 2025
Fermín Alejandro García

Si resulta altamente cuestionable que Nora Estela Esquitín de la Madrid esté integrada al gobierno del estado de Puebla, más preocupante resulta que otro miembro de la familia Esquitín, oriunda de la Sierra Norte de Puebla, esté presente en un alto cargo de la Secretaría de la Secretaría de Desarrollo Rural (SDR), como titular de la Subsecretaría de Producción y Productividad Primaria. Eso significa que los cacicazgos son premiados y se les otorga importantes espacios de participación en el Poder Ejecutivo, surgido de las filas de Morena.

El segundo miembro de la familia antes mencionada es el político expriista Francisco Esquitín Alonso, quien tiene tres meses en el cargo de subsecretario de la SDR y ha estado vinculado, en los últimos años, al conservador Partido de Encuentro Social, que no logró –por fortuna— mantener su registro como fuerza política.

Este personaje es el padre de Nora Estela Esquitín de la Madrid, quien se destacó por permitir una red de abusos y extorsiones contra ejidatarios el tiempo en que se desempeñó como delegada del Registro Agrario Nacional (RAN) en Puebla, en el sexenio pasado. Su historia se platicó en una anterior entrega de Cuitlatlán.

Nora Esquitín ahora es la titular de la Dirección de Tenencia de la Tierra y Población del gobierno del estado, pese a los antecedentes de que cuando fue directiva del RAN se dio un trato despótico a cientos de campesinos que acudieron a realizar trámites a ese organismo, a quienes se les obligaba a pasar la noche en la intemperie o pagar altas sumas de dinero –que eran extorsiones- para obtener un turno de atención.

Con el sello de Ardelio Vargas

¿Por qué es preocupante que miembros de la familia Esquitín estén incrustados en el supuesto gobierno de izquierda del mandatario Alejandro Armenta? Por su oscuro pasado, vinculado a férreos cacicazgos, que durante décadas fueron –y siguen siendo— grupos de interés económico que atropellan los derechos de comunidades indígenas y campesinas.

Paco Esquitín, tal como es conocido en la Sierra Norte, fue nombrado el 17 de diciembre de 2024 como subsecretario de la SDR.

Su historial indica que sido uno de tantos operadores políticos vinculados a Ardelio Vargas Fosado, el cacique más importante en el estado en la actualidad.

Vargas Fosado cobró notoriedad nacional por haber participado en episodios de represión contra movimientos sociales –en el gobierno del panista Vicente Fox– y por su talante represor en su paso como comisionado del Instituto Nacional de Migración, en el sexenio del expresidente priista Enrique Peña Nieto.

Hace dos años, el nombre de Ardelio Vargas apareció en denuncias de desalojos violentos –que incluyó quemas de casas– contra campesinos de la Sierra Norte que incomodaban a los ganaderos de la región. Ese mereció que, en 2023, el entonces presidente Andrés Manuel López Obrador lo señalara de estar vinculado a Genero García Luna, el exsecretario de Seguridad Pública que está sentenciado en Estados Unidos como narcotraficante.

Esa no es la única vinculación de Esquitín Alonso con fuerzas caciquiles.

Oriundo de Venustiano Carranza –que es el municipio de Puebla que está más al norte–, en el periodo de gobierno de 2014 a 2018 fue regidor de Gobernación, cargo al que llegó bajo las siglas del PRI y el PVEM. Era parte de la administración del entonces edil Rafael Valencia Ávila.

Los Valencia han construido uno de los cacicazgos más violentos del estado, pues entre los años 2008 a 2019, tres hermanos de esa familia encabezaron cuatro ayuntamientos consecutivos. Hace un lustro, el gobierno del estado acusó a esta familia de estar vinculada al crimen organizado, por lo que huyeron de la región.

Aunque los Valencia obtuvieron una recomendación favorable de la muy cuestionada Comisión de Derechos Humanos del Estado de Puebla, en donde se sostiene que habrían sido víctimas de persecución política, lo cierto es que ejercen un incuestionable cacicazgo, a tal grado que hace unos días, en unos comicios extraordinarios, el cuarto hermanos de ese clan ha ganado el quinto ayuntamiento controlado por dicha familia.

Si se rasca más en el pasado de la familia Esquitín aparece algo extraordinario: fue un clan que en la Sierra Norte se opuso al reparto agrario, principalmente entre las décadas de los años 50 a los 80 del siglo pasado.

Hay muchas de historias de terror de como las asociaciones ganaderas de esas épocas sofocaban con violencia el genuino y legal interés de las comunidades campesinas de poseer tierras de cultivo.

Por eso ahora resulta sorprendente, nada congruente y cuestionable que dos miembros de la familia Esquitín estén a cargo de atender demandas de grupos campesinos en el gobierno del estado.

Es para sentir miedo.

O para reclamarle a la 4T poblana su traición a las luchas agrarias.

 

clh

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