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Martes, 7 de Mayo de 2024

Hondureños son atacados por no pagar a traficantes

Uno de los sobrevivientes afirma que comenzaron a caer y tirarse del tren cuando fueron agredidos en Azumbilla.
Martes, 17 de Marzo de 2015 22:28
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Enrique Hernández

Tehuacán, Pue.- “Si tú dices que tu viaje es a la mano de Dios y sin más ayuda, pos entonces te vas con él”, fue lo último que escuchó José Fernando Valero Parzón antes de saltar de La Bestia, para evitar morir como otro de sus amigos hondureños con quienes viajaba en el tren que los llevaría en busca de una mejor vida en los Estados Unidos.

Asesinaron a migrante en La Bestia por no dar 3 mil dólaresMatan de un tiro en la cabeza a indocumentado en La BestiaArmados con pistolas, 10 presuntos indocumentados asaltaron en Azumbilla a un grupo de hondureños que viajaba en los vagones, donde mataron a uno cuando pusieron resistencia, además de lesionar a otro la noche del domingo.   

Estoy indignado con el proceder del Ejército porque al presentarse en el lugar donde prestaron el auxilio solo avanzaron unos 20 metros para buscar evidencia. Aunque les dijimos que existían mayores indicios metros más adelante no lo hicieron; en mi país la policía no sirve para nada, pero si mandan al Ejército para rastrear un cuerpo recorren todo hasta encontrarlo, recuerda con indignación Valero Parzón.

De acuerdo con el centroamericano, pidieron ayuda a la policía de Azumbilla que buscó los cuerpos de los heridos y el muerto “como si fueran sus familiares”.

Asegura que hay más fallecidos, aunque oficialmente las autoridades han reconocido solamente a uno. “Yo sé que son más los que están muertos, porque los mataron frente a mí (…) no les interesa buscar más cuerpos porque somos inmigrantes, en México no valemos nada”.

Él, junto con otros hondureños, llegó al país hace 28 días por Tapachula, Chiapas. Caminando llegó a Ixtepec, Oaxaca, en un recorrido de 12 días. En ese tiempo fue asaltado cerca de 11 veces. Nunca lo golpearon porque no opuso resistencia, pero también porque no tenía dinero.

El momento de la agresión

Cuenta que sus agresores abordaron el tren en los límites con Veracruz. Cuando se encontraron con el grupo de Valero Parzón les dijeron que les cobrarían tres mil dólares por llevarlos a Piedras Negras, Coahuila, pero se negaron a pagar.

Como no les interesaba y no sería posible pagarles porque iban a la “mano de Dios”, los sujetos sacaron tres armas cortas y les dijeron: “pos entonces te vas con él, porque a ti quien te ha dicho que Dios existe, vos estás loco, saliste de tu pedo”, y les empezaron a disparar. Entonces los cuerpos comenzaron a caer a un costado de los rieles mientras avanzaba la máquina.

José Fernando Valero Parzón afirma que los agresores eran salvadoreños, y que lo sabe por su manera de hablar. Solamente uno le parecía hondureño.

Ahora muestra preocupación por Luis, de 34 años, quien es originario de Tocoa Colón, quien recibió los primeros disparos en el estómago, así como por otro hondureño, que dice, recibió un impacto en la cabeza.

A Valerio Parzón también le dispararon, pero se tiró del tren y se hizo el muerto para que no lo atacaran más.

Llegó la ayuda

El centroamericano acepta que la policía de Azumbilla intentó dar con los delincuentes, pero no fue posible atraparlos debido a que llevaban una ventaja de dos kilómetros. Aunque los uniformados pidieron apoyo al Ejército Mexicano, los efectivos contestaron que no tenían tiempo.

Cuando era llevado a Tehuacán la mañana del lunes, José Fernando vio a sus agresores en la carretera, pero las autoridades que lo trasladaban no le hicieron caso.

A él ya no le interesa seguir su camino a la unión americana, pero destaca que no se irá de México hasta que se haga justicia. “Porque yo se quienes mataron a mis compañeros, que aunque éramos completos extraños, no voy a dejarlos solos”.

La Procuraduría General de Justicia del estado (PGJ) le proporcionó a las víctimas albergue y atención psicológica, al tiempo de notificar al Instituto Nacional de Migración para que se haga cargo del traslado de los inmigrantes.

Por lo pronto sus declaraciones servirán al ministerio público para comenzar su investigación.

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