La ingenuidad de los independientes

La elección del próximo año estará marcada por la posibilidad de que ciudadanos “sin partido” puedan acceder a las candidaturas a puestos de elección popular.

En teoría, cualquier atlixquense bien intencionado y con el apoyo popular suficiente podría registrarse ante el INE para buscar la presidencia municipal.

En redes sociales ya se perfilan al menos tres personajes que coquetean con la idea de buscar la presidencia por la vía “independiente”. Hablamos de Ventura Manuel Hernández, Alex Macedo y Eduardo Pintle.

Don Manuel, un reconocido ex priista, es presidente de la asociación Iniciativa Ciudadana a través de la cual promueve su imagen y la idea de que puede encabezar el próximo ayuntamiento. Si usted frecuenta el zócalo de la ciudad, seguramente lo ha visto entregando trípticos, tarjetas de presentación y tomándose fotos con quienes juran que votarán por él.

Alex Macedo, dueño del estudio fotográfico que lleva su apellido, es un miembro muy activo de Facebook donde denuncia cotidianamente los errores y los excesos de nuestras autoridades locales. Don Alejandro ha dejado entrever la posibilidad de convertirse en candidato ciudadano a través de algunas imágenes digitales en las que lanza propuestas para mejorar la seguridad, la imagen urbana y las vialidades de Atlixco acompañado de frases como: “Quiero un cambio para todos” o “Mi trabajo es ser independiente”.

Lalo Pintle es todo un caso. Se adjudica los títulos de profesor, emprendedor, coach personal y de negocios, mercadólogo y conferencista. Un “todólogo” de familia panista que gozó de cierta popularidad cuando presentó la aplicación “Atlixco Pueblo Mágico” para dispositivos móviles. Aunque niega estar en busca de una candidatura por la vía independiente, no desaprovecha momento alguno para preguntar a sus amigos y conocidos en redes sociales si votarían por él en caso de que la oportunidad le cayera del cielo.

La intención es legítima y es de celebrarse que cada día existan más y más atlixquenses interesados en los asuntos públicos del municipio, pero como politólogo me pregunto si es que estos tres aspirantes ya habrán considerado los recursos materiales y humanos necesarios para conseguir, en primer lugar, su registro ante el INE. De los recursos necesarios para competir en una elección constitucional mejor ni hablamos.

De acuerdo a la ley electoral vigente, para el caso de las presidencias municipales se necesita al menos el apoyo del tres por ciento del padrón electoral, lo que para Atlixco significan unas 3 mil firmas aproximadamente.

Llenos de confianza, alguno de estos tres aspirantes podría considerar que recoger 100 firmas de apoyo diarias durante el plazo de 30 días que establece el INE no suena tan descabellado, sin embargo la realidad puede acabar con sus sueños de manera abrupta.

En primer lugar, contratar un abogado especialista en derecho electoral que los represente ante el INE y que defienda cada una de esas firmas durante el proceso de verificación de las mismas. Hay que recordar que cuando Ana Teresa Aranda buscó la gubernatura por la vía independiente, más del 30 por ciento de sus firmas de apoyo no logró la validación por parte del instituto sino hasta después de un largo litigio que le impidió arrancar campaña al mismo tiempo que los candidatos tradicionales.

Todo esto no es gratis ni depende solamente del candidato, sino de un equipo que lo deberá apoyar en todo momento.

Volviendo a la recolección de las firmas, no se puede suponer que colocando un stand en el zócalo de la ciudad se conseguirá el objetivo. La población en general es muy reticente a entregar datos personales y más aún una copia de su credencial para votar a un perfecto desconocido. Por ello se necesitará una intensa campaña de promoción con medios digitales e impresos.

Expertos en estos temas calculan que un aspirante independiente para un municipio con la población de Atlixco necesita disponer al menos de 100 mil pesos para el pago de publicidad, movilidad y honorarios del equipo que le ayudará con la titánica tarea de recorrer las calles de la ciudad y las juntas auxiliares realizando labor de convencimiento en horarios de 24/7 como la situación lo demanda. Esto se debe a que no cuentan con la estructura humana de la que generalmente los partidos sí disponen a través de sus militantes.

Insisto. Esto sólo es lo necesario para conseguir el registro. Una campaña contra la maquinaria electoral de los partidos tradicionales es otra historia. En todo caso se requiere mucho más que saliva y buenas intenciones.

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