Finalmente, la promesa de Donald Trump de que México pagará el muro llegó con el acuerdo que lograron hace unos días las autoridades mexicanas con las norteamericanas. Y es que ambas fronteras de México serán, en su totalidad, ese muro y si, los gastos correrán por cuenta de los contribuyentes mexicanos.
Y mientras Donald Trump asegura que hay un acuerdo ultrasecreto que en el momento conveniente será revelado, que incluye el trabajo y la aprobación del congreso mexicano, el Secretario de Relaciones Exteriores se empeña en negar este supuesto acuerdo en lo oscurito, mismo que estará a prueba durante 90 días.
Lo que si sabemos es que el único compromiso de Estados Unidos es que deportará a todos aquellos migrantes que tiene en su territorio en espera de una resolución de asilo, las cifras de algunos medios de comunicación dicen que son aproximadamente 10 mil.
Los compromisos de México son muchos, suficientes para rebasar no solo los presupuestos sino también los límites de la soberanía nacional. Así que serán recibidos en nuestro territorio a todos los indocumentados que sean deportados, para unirlos a los que ya se encuentran varados en los estados fronterizos del norte y a los que ya ingresaron por la frontera con Guatemala.
Los migrantes, más de 144 mil, que la Secretaria de Gobernación no sabe ni cuándo ni por dónde ingresaron a México, serán atendidos con asilo temporal, es decir, vivienda, comida, atención médica y educación; mientras tanto, el sistema colapsado de cortes migratorias de Estados Unidos determina los tiempos para que puedan comparecer y solicitar asilo.
El compromiso que generó gran polémica fue la protección de ambas fronteras mexicanas con el envío de 6 mil elementos de la Guardia Nacional convirtiéndola en policía migratoria y descuidando la seguridad de los mexicanos para la que fue creada, según el propio Senador Porfirio Muñoz Ledo, quien explotó en tribuna al reconocer que las decisiones que se están tomando al crear una comisión migratoria encabezada por Marcelo Ebrard traspasa los asuntos de Secretarías que no le corresponden.
Pero ahí no terminan los compromisos, pues México también comprará, según las palabras de Trump, cantidades importantes de producto agrícola. Irónicamente no se mencionó el daño que actualmente reciben con las políticas comerciales de ese país los productores mexicanos, como los del jitomate.
Las contradicciones continúan en este nuevo gobierno pues los acuerdos anteriores se enfrentarán con una serie de recortes presupuestales que aplicaron al Instituto Nacional de Migración y a organizaciones de apoyo al migrante como la COMAR, que es la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados, que solo cuenta con 20 millones de pesos para este 2019 al igual que la Unidad de Investigación de Delitos para Personas Migrantes que sufrió un mismo recorte de 24 por ciento a su partida presupuestal.
Ahora se habla de hacer la vaquita presupuestal con la venta del avión presidencial. Aunque Estados Unidos contaba con un presupuesto para atender la crisis migratoria de más de 2 mil 800 millones de dólares. Ya se verá que se le ocurre a este gobierno federal.
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