Tehuacán, Pue.-El cardenal Norberto Rivera Carrera afirmó que durante su carrera eclesiástica ha denunciado ante el Vaticano casos de pederastia ocurridos en Tehuacán y en México, pese a que fue señalado de proteger al sacerdote Nicolás Aguilar, acusado de abusar sexualmente de menores en Tehuacán y Los Ángeles, California.
En conferencia de prensa tras celebrar el 50 aniversario de su ordenación sacerdotal, aseguró que los actos pederastas en cualquier entorno social son rechazados, y dijo que es inadmisible que un ministro de la iglesia aproveche su capacidad de líder para abusar de un menor
“No puede aceptarse la pederastia en la iglesia, no puede aceptar la iglesia, que en nuestras escuelas, en nuestros colegios en el mismo recinto sagrado un sacerdote o colaborador de la iglesia abuse de un niño, porque esa es la contradicción más grande, está profanando el cuerpo de Cristo”, enfatizó.
El Arzobispo Primado de México aseguró que como integrante de la iglesia católica denunció “con mucho dolor”, los actos de pederastia de los que ha tenido conocimiento, porque se debe cortar ese mal que cometen algunos sacerdotes y ser radical para defender los derechos de los niños.
Aunque no dio a conocer la cifra de casos que denunció, mencionó que son de Tehuacán y México, en donde él ha separado del ministerio a muchos sacerdotes y también ha notificado las autoridades eclesiásticas en Roma para que actúen en consecuencia, en donde se ha ratificado su postura –agregó- contra estos párrocos.
Norberto Rivera fue denunciado por supuestamente encubrir al cura Nicolás Aguilar, quien abusó de al menos 70 niños de la diócesis de Tehuacán en la década de los ochenta y posteriormente de 26 infantes en Los Ángeles, California, lugar al que habría sido trasladado con el consentimiento del cardenal.
Al ser cuestionado sobre el matrimonio entre personas del mismo sexo, recordó que la iglesia tiene como prioridad la defensa de los derechos de todas las personas, y que no pretende imponer nada, solamente puntualizar con claridad sus creencias y convicciones.
Indicó que la iglesia siempre ha tomado en cuenta a las personas de distintas preferencias sexuales y defiende sus derechos, pero aseguró que la base de la sociedad es un matrimonio formado por una mujer y un hombre, por eso es que en el tema de las adopciones está convencida de que se tienen que defender los derechos de los niños de contar con un amor materno y paterno para tener una formación eficaz y equilibrada.