Obras públicas dejan pérdidas del 80% a comerciantes de Huauchinango

Huauchinango, Pue.- Comerciantes establecidos en la calle Morelos en el centro de Huauchinango manifestaron su inconformidad por la lentitud y falta de planeación de los trabajos de repavimentación de esa arteria cuyo cierre se ha prolongado por casi 30 días, provocando la caída de sus ventas.

Los empresarios indicaron que hace un año su economía fue dañada por la misma causa, pues esta es la segunda ocasión en 12 meses que pavimentan la calle, como parte de las obras de recuperación de la imagen urbana del centro histórico de la cabecera municipal.

Se trata de comerciantes de diversos artículos desde abarrotes, telas, pizzas, mercería, cosméticos, colchas y varias viviendas cuyos propietarios se sumaron al reclamo, en primera instancia, al ayuntamiento de Huauchinango encabezado por Omar Martínez Amador, quien no ha hecho caso de las quejas ni de la petición de reabrir lo más pronto posible la arteria, porque el cierre ha hecho que sus ventas caigan hasta en un 80 por ciento.

Debido a la lentitud de los trabajos de repavimentación de la Calle Morelos quedó abierto un enorme hueco en el que se encharcó el agua pluvial y con ella empezaron a proliferar los mosquitos, por lo que ante el riesgo de un “brote de dengue”, los vecinos pidieron a la Jurisdicción Sanitaria Número Uno que hiciera una fumigación

En la dependencia les respondieron “que el dengue aún no llega a Huauchinango y les recomendaron que taparan con nailon o con arena el charco de agua”.

Uno de los vecinos quejosos señaló que al acercarse al departamento municipal de Obras Públicas y con representantes de la “constructora”, encargada de los trabajos de urbanización, le respondieron que “no van hacer nada hasta que deje de llover, lo único que les dije, es que al menos nos emparejen o nivelen la calle con arena. Y los funcionarios municipales fueron peores porque se limitaron a pedirme que hiciera mis peticiones por escrito”.

Indicaron además que hay una plaga de insectos y desde las alcantarillas salen a las casas, “cucarachas y ratas y ratones”, por lo que se ven en la necesidad de mantenerlas tapadas con losetas para que no los invadan.

El ritmo de las obras no es regular, ha habido días en que no llega el personal de la constructora a trabajar, lo malo de esto es que han quedado pendientes como “una fuga de agua que se creó por el paso de la maquinaria pesada”.

Un grupo de mujeres se apersonó en la oficina de la constructora responsable, pero el personal no dio una respuesta amable a los quejosas, por el contrario, las denunciantes dijeron que los trabajadores “son unos majaderos, como nadie protesta directamente, piensan que uno es un ignorante, son bien groseros y burlones”, manifestaron decepcionadas.

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