Venustiano Carranza, Pue.- Aproximadamente dos mil habitantes de las juntas auxiliares de San Diego, Villa Lázaro Cárdenas (La Uno) y Coronel Tito Hernández en Venustiano Carranza, fueron evacuados esta madrugada debido al riesgo de incendio desencadenado por una fuga de gasolina en el ducto Poza Rica-Salamanca en una toma clandestina usada para el robo de combustible. Según reportes de Protección Civil municipal, sumaron 13 las personas intoxicadas.
Edil insiste en central de Bomberos para Venustiano CarranzaRequiere V. Carranza más capacitación sobre riesgos petrolerosEl incidente, según fuentes oficiales, se registró alrededor de las 2:30 horas a 300 metros de las primeras viviendas de San Diego en el ducto de 14 pulgadas de diámetro.
Personal de Seguridad Pública Municipal de Venustiano Carranza informó que una primera llamada de auxilio fue recibida a las 2:45 horas debido a que los pobladores escucharon una fuerte explosión.
Los policías arribaron a la zona y ante la magnitud del daño, solicitaron el apoyo de Protección Civil para desalojar a los habitantes ante el inminente riesgo de incendio.
Se informó que se evacuó a un 50 por ciento de la población de San Diego, mientras que más de 300 ciudadanos del sector Pemex en Villa Lázaro Cárdenas utilizaron como refugio temporal el auditorio de La Uno, un número similar habría sido evacuado en Coronel Tito Hernández.
De acuerdo con información de personal de Petróleos Mexicanos (PEMEX), una toma clandestina fue lo que ocasionó la fuga de combustible que se prolongó por más de tres horas y se propagó a más de 100 metros a la redonda, debido a que los chorros de gasolina llegaron a tener más de ocho metros de altura.
Cerca de 22 policías de Venustiano Carranza, acompañados por integrantes del grupo de voluntarios de Protección Civil, sacaron en una hora a decenas de pobladores que consideraron estaban en mayor riesgo. Familias completas fueron llevadas en primer término a la orilla de esa comunidad y de La Uno, y más tarde a la cancha pública para su resguardo.
De igual manera, paramédicos de las ambulancias de Protección Civil, Comisión Nacional de Emergencias y Metlife -esta última de la compañía petrolera Weatherford- auxiliaron a 13 personas que presentaban problemas para respirar por la intoxicación provocada por el fuerte olor a hidrocarburo.
Las válvulas de este poliducto fueron cerradas a las 5:44 horas de la mañana y cerca de las 6:00 de la mañana la presión de fuga disminuyó gradualmente. A la zona también acudieron elementos del 70 y 90 batallón de infantería, Seguridad Física de PEMEX y el coordinador regional de Protección Civil, Fernando Clemente
Cerca de las 10:00 horas, los pobladores evacuados pudieron regresar a sus hogares, pero las labores para el control del derrame continúan, mientras la zona es resguardada por soldados que impiden el paso a personas ajenas a la empresa petrolera.
Aplican plan DN-III
Elementos del 70 y 90 Batallón de Infantería de la Secretaría de la Defensa Nacional aplicaron el plan DN-III en el municipio de Venustiano Carranza para evitar consecuencias mayores para la población o algún incendio en la zona afectada por el derrame de gasolina de una toma clandestina usada por ladrones en el ducto Poza Rica-Salamanca.
Aunque no se ha dado a conocer la cantidad del combustible derramado, se sabe que podrían ascender a varios cientos de barriles pues afectaron una zona de casi 100 metros a la redonda desde el punto inicial ubicado a 300 metros de las primeras viviendas de la comunidad de San Diego.
Sin embargo, tanto las autoridades civiles, como las militares se han negado a calificar si las consecuencias de la fuga podrían ser consideradas como un desastre, como se prevé en el Plan de Auxilio a la Población Civil en Casos de Desastre, denominado PLAN DN-III, instrumento que establece los lineamientos a seguir en estos casos y que fue el que se puso en marcha en el lugar.
Los soldados y elementos de seguridad pública municipal que procedieron a la evacuación de unas de 2 mil personas tanto de San Diego, como de Villa Lázaro Cárdenas y Coronel Tito Hernández, indicaron que hubo pobladores que se negaron a abandonar sus hogares pese a la magnitud del incidente.
Por su parte, José Luis Trejo Pérez, director de seguridad Pública Municipal, dijo que se tomaron medidas estrictas durante la primera hora transcurrida luego del derrame y explosión.
“Acudimos a los domicilios y les pedimos de favor que se salieran, los refugios temporales ya los teníamos disponibles. Sin embargo hubo familias que se opusieron violentamente, por lo que trabajamos con el Ejercito Mexicano, todo era por seguridad de la gente”, explicó.
Reconoció la labor de voluntarios de Protección Civil quienes se arriesgaron a atravesar la zona de la fuga, pues era el único acceso para empezar a trabajar en el desalojo de hogares. De igual manera citó que intervino personal de la CFE, quienes cortaron el suministro de energía en las tres poblaciones para evitar un accidente mayor.
Los más de 2 mil evacuados recibieron cobijas y desayunos. Cerca de las diez de la mañana las familias regresaron a sus hogares aunque los trabajos de reparación por parte de Pemex continúan.
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