Huauchinango, Pue.- Condicionada a la realización de una consulta indígena que salvaguarde los derechos de los pueblos originarios, entre otros requisitos, la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) aprobó por segunda ocasión la Manifestación de Impacto Ambiental (MIA) para la construcción de la Hidroeléctrica San Antonio sobre los ríos Zempoala y Ateno en la Sierra Norte de Puebla.
La resolución fue publicada en Gaceta Ecológica número 03/18 del 25 de enero y permite de manera condicionada la instalación de una generadora de energía en Xochitlán de Vicente Suárez, Nauzontla, Zapotitlán de Méndez, Zoquiapan y Atlequizayan, cuyos habitantes han manifestado oposición al proyecto junto con un par de ayuntamientos.
Según el órgano oficial de la Semarnat, el estudio aprobado está contenido en el expediente número 21PU2017E0058 del Programa de Evaluación de Impacto Ambiental y es una MIA Regional que fue señalada de ser un documento “plagiado”, además de que fue impugnada por miembros de la Brigada de Defensa del Territorio Xochiteco.
De acuerdo con el resolutivo, la empresa no podrá realizar ninguna obra hasta que no acredite haber hecho una consulta, a cargo de la Secretaría de Energía (SENER), que garantice la salvaguarda de los derechos indígenas
“La Secretaría de Energía (SENER) deberá llevar a cabo los procedimientos de consulta necesarios y cualquier otra actividad necesaria para su salvaguarda, en coordinación con la Secretaría de Gobernación y las dependencias que correspondan (….) En este sentido, la promovente no podrá llevar a cabo ninguna de las actividades relacionadas con el proyecto en tanto no presente a esta DGIRA, copia del documento que a derecho determine la SENER con el cual acredite el cumplimiento de la consulta”, se lee en el capítulo de condicionantes.
La MIA fue presentada en julio pasado y otorga una licencia de 3 años para la ejecución del proyecto y 35 años de concesión en el uso de las aguas de los afluentes y fue presentada por la empresa Generación Eléctrica San Antonio S. A. de C.V. (GESA), denominación que tiene ahora el corporativo IngeDeshidroEléctrica, S.A. de C.V. que inició el plan desde el año 2012.
Los pobladores de los cinco municipios involucrados constituyeron un frente contra la construcción de la planta generadora de 37.6 megawatts de energía sobre las aguas de los ríos Ateno y Zempoala, que abarcará 19 hectáreas de terreno, 90 por ciento de las cuales serían taladas de acuerdo con un oficio que la Semarnat giró a las autoridades locales, hace varios años.
Esta es la segunda vez que la empresa GESA obtiene una autorización condicionada, pero debido a que no realizó la consulta indígena ni pidió una prórroga para el término de realización de las obras, el permiso ambiental quedó sin efecto a partir del 8 de enero de 2016.
Sin embargo, en octubre de 2016 personal de GESA incursionó e hizo perforaciones en el punto en que convergen los municipios de Zapotitlán y Xochitlán denominado Atemonamiqui, un cañón del río Zempoala que se encuentra dentro de la Región Terrestre Prioritaria 105, según la Comisión Nacional de la Biodiversidad (Conabio), donde hay flora y fauna endémica y en peligro de extinción “es un ecosistema único”.
La RTP 105, denominada Cuetzalan, tiene una superficie de mil 284 kilómetros cuadrados y se definió como prioritaria para la conservación, precisamente “por la existencia de bosques mesófilos de montaña presentes en las cañadas y la selva alta perennifolia en las partes bajas”.
Además que la importancia de la zona radica también “en su aporte de agua en las cañadas con vegetación natural y el control de inundaciones”, según la Conabio.
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