Tehuacán, lugar de dioses o de serpiente de piedra, tiene una ubicación perfecta entre Puebla y Oaxaca que lo hace acreedor a extraordinarios paisajes semidesérticos, ademas de que fue ahí donde se descubrieron los vestigios más antiguos del cultivo del maíz.
Zacapoaxtla, un lugar entre ríos y montañas que te fascinaráPahuatlán, lugar del papel amate y de las mejores experienciasEl Jardín Botánico Helia Bravo Hollis, en la Reserva de la Biosfera de Tehuacán-Cuicatlán, recientemente nominada por la UNESCO como Patrimonio Mixto de la Humanidad, cuenta con una impresionante variedad de cactáceas en su entorno natural. Con una serie de senderos por los que puedes caminar, podrás apreciar estas enormes plantas algunas de los cuales están en peligro de extinción.
Riqueza arqueológica
Ahí también se encuentra el Cerro de Cuthá, que fue sagrado para la cultura popoloca, y a sus faldas hay un horno de cal y una salina prehispánica.
Otro lugar que no querrás perderte es la zona arqueológica de La Mesa o también conocido como el Tehuacán viejo, que se ubica sólo a 10 minutos del centro, está dedicada al dios del inframundo: Mictlantecuhtli y algunas paredes de la estructura están decoradas con cráneos
Es el único sitio que se ha encontrado dedicado a la deidad de la muerte, de igual forma, cuenta con otras edificaciones que son una muestra de la cultura popoluca.
Sus manantiales
La ciudad de Tehuacán es famosa por sus manantiales, los cuales han trascendido como una forma saludable de la región.
En el municipio se ubican dos manantiales, uno es privado y el segundo que lleva por nombre San Lorenzo, es abierto al público y cuenta con visita guiada por un operador turístico; también podrás disfrutar del balneario que hay en dicho lugar.
El centro de Tehuacán
En el centro de Tehuacán podrás caminar por la plaza principal y visitar la Catedral de Nuestra Señora de la Concepión, su construcción inició con motivo de las celebraciones del 203 aniversario de la caída de Tenochtitlán y, como era costumbre de la época, se realizó con piedra y adobe.
Llaman la atención los códices y plumas verdes de quetzal junto al término renacentista ‘hojas de canto’; sincretismo católico y prehispánico.
En el año 1536, fue construido un templo y convento en el cerro colorado de Tehuacán, su objetivo era contar con franciscanos de forma permanente ya que antes sólo tenían presencia en Huejotzingo y actualmente se encuentran algunos salones de la época, como el cuarto con un horno que quizá fue la cocina, la sala en donde se reunían a rezar, las celdas de los frailes, y más.
Barriga llena, corazón contento
Después de un recorrido por Tehuacán es imposible no quedar hambriento, y suerte es que el municipio es muy conocido por su gastronomía, con platillos como el mole de caderas, un platillo de temporada disponible en octubre y noviembre.
Pero si tú no vas en esas fechas, otra de las especialidades, y que encuentras en cualquier fecha, es la deliciosa barbacoa que se cocina en el agujero cavado en el suelo.
Todas las ciudades tienen sus mercados y Tehuacán no es la excepción, el 16 de Marzo es el más céntrico, y el favorito de muchos, además de encontrar lo típico como fruta, verdura, carne, o quesos frescos, también se podrás comprar manjares típicos de la región, por ejemplo, las pastas para mole, desde el poblano hasta el de pueblos de la región como el famoso mole miahuateco, también puedes pedir pasta picante, dulce, con o sin ajonjolí.
Fotos: Vía Facebook
MJ
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