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Domingo, 10 de Noviembre de 2024

La orfandad del PAN a la muerte de Moreno Valle

Ayer se cumplieron 20 días de la dramática muerte de la gobernadora de Puebla, Martha Erika; de su esposo, el senador Rafael Moreno Valle
Martes, 15 de Enero de 2019 10:34
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Staff

Ayer se cumplieron 20 días de la dramática muerte de la gobernadora de Puebla, Martha Erika Alonso; de su esposo, el coordinador panista en el Senado, Rafael Moreno Valle, y de tres personas más, sin que al momento se conozcan las razones del accidente del cual descarto la versión del atentado, como perversamente se manejó en las benditas redes con la perversión de señalar autores.

Exigen avances en investigación de muertes de MEAH y RMVDueño de predio donde cayó helicóptero, aún sin indemnizaciónEntiendo, por los años que tengo de cubrir accidentes aéreos y por un tema que siempre me ha interesado, que una investigación de este tipo puede llevar mucho tiempo, algunas años, aunque hoy en día, con la modernización de la aviación y la tecnología, se acorte. No obstante, es un asunto de meses.

Dicho lo anterior, quiero entrar en el impacto político de estas muertes.

En el primer caso, Martha Erika dejó un vacío en Puebla de gobierno y de partido que lo está llenando Morena para las elecciones extraordinarias.

En el segundo, el impacto es de política nacional: Moreno Valle deja al PAN en la orfandad: reducido, dividido, atrapado en sus pequeñas miserias y la lucha interna por sus despojos.

Con todas las críticas, era un gran operador político, el mejor del panismo, logró tres candidaturas al gobierno de Puebla y las tres las ganó: la suya, la de Toni Gali y la de su esposa. Luego se hizo del PAN cuando, a la autoproclamación de Marko Cortés a su presidencia, operó, presionó y colocó a Héctor Larios como secretario general y él obtuvo la coordinación de su bancada en el Senado.

Moreno Valle construía desde hace años su candidatura presidencial, de la que se apoderó Ricardo Anaya pero seguía con el proyecto y quizá la hubiera alcanzado para 2024.

Pero ahora, muerto él, no hay un factor capaz de aglutinar a las tribus panistas ni al partido que pasa por uno de sus momentos más bajos.

Y lo peor para ellos, no se les ve ningún liderazgo.

 

Joaquín López-Dóriga

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