De acuerdo con el estudio publicado en la Revista del Consumidor, en su edición de septiembre de 2020, la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) profundizó en las diferencias que hay entre el agua mineral natural, el agua mineralizada y el agua mineral gasificada, así como qué tan bueno o malo es su consumo.
Mujer mata a sus cinco hijos y después se avienta a las vías del tren pero sobreviveOjo, concubinas podrán demandar pensión alimenticiaDe acuerdo a este organismo, aunque el consumo de estas bebidas tiene varios beneficios, recomienda moderar su ingesta pues en exceso podrían generar problemas a la salud.
Diferencias entre estas bebidas
Comencemos por ver las diferencias entre estos tres tipos de bebidas, según Profeco:
Es extraída del subsuelo y está mineralizada de forma natural, ya que proviene de un manantial mineral; entre más profunda sea esta fuente más pura será el agua.
Aunque de forma natural tiene gas carbónico, lo pierde al ser llevado a una fábrica.
Agua mineral natural gasificada
Se trata de agua mineral natural adicionada con gas carbónico (casi siempre de procedencia volcánica). Su composición química tendrá la característica del sitio del que éste se extrajo.
Agua mineralizada
Es agua con minerales añadidos para enriquecer sus propiedades. Cuando se procesa se le retiran los minerales y se obtiene agua destilada. Mas tarde, por medio de un proceso de mineralización se le agregan elementos como el magnesio o el calcio para que pueda considerarse como “agua mineral”.
Riesgos y beneficios del agua mineral
Estos son los beneficios y riesgos que conllevan los minerales que contienen estas bebidas:
Calcio
Favorece la formación de dientes y huesos, no obstante, su abuso puede provocar cálculos renales.
Cloruro
Mantiene el equilibrio de líquidos corporales, aunque en exceso podría aumentar la presión arterial.
Floruro
Ayuda a fortalecer el esmalte de los dientes, pero paradójicamente el incremento de su consumo debilita este esmalte.
Magnesio
Mejora el funcionamiento de nervios y músculos, pero en cantidades mayores ocasiona debilidad muscular.
Potasio
En exceso puede llevar a una concentración demasiado alta en la sangre llamada Hiperpotasiemia.
Sodio
Aunque regula el equilibrio de agua en el cuerpo, en cantidades excesivas puede llevar a la hipertensión arterial y a la retención de líquidos.
Sulfato
Aunque elimina las toxinas que ingresan al organismo, su abuso puede provocar diarrea y deshidratación.
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