No tiene mucho que la Fiscalía General del Estado (FGE), realizó un sorpresivo operativo al antro Lips Sport Bar, que se ubica en la 19 Sur 4104, en la colonia La Noria.
El negocio de giros negros fue clausurado por la FGE, luego que, en el baño del negocio, alguien dejó regadas unas 300 bolsitas de dosis de diversos tipos de droga, resaltando la conocida como cristal, aunque no hubo detenidos.
Sobre el caso han surgido dos hipótesis del origen de la droga, así como de la Carpeta de Investigación que fue abierta tras el hallazgo de las “grapas”.
Primera hipótesis, en los pasillos de la FGE, indicó que al negocio en cuestión le pusieron una trampa, o mejor dicho “lo cargaron”, para que fuera clausurado porque estaría haciéndole competencia a otro negocio cercano y de la misma categoría.
La segunda hipótesis indica que al dueño del antro o al que estaba en poder de la droga, alguno de los agentes malintencionados que participó en la revisión, lo dejó ir y por eso solo fueron halladas las dosis.
Ninguna de las dos hipótesis suena descabellada, sobre todo por la descomposición de los cuerpos policíacos que se ha registrado, no solo en la Policía del Estado, sino en la misma Ministerial.
Las pruebas a la vista
Anote usted, se llama César Vergara, se dice Comisario de la Agencia Estatal de Investigación y le gusta que le digan “Jefe Oso”, porque meses antes trabajó bajo las órdenes de un comandante del mismo apodo el cual era inspector, pero fue degradado, por corrupto y enviado a la mesa de Metlaltoyuca, donde tiene un año que ni se para por ahí por ser propenso a enfermarse de Covid-19.
Este agente César Vergara, es quien, desde la administración de Juan Luis Galán Ruiz, como jefe de los ministeriales se encargaban del cobro de las rentas de las principales bandas de narcomenudistas, entre estás de “La Tita”, la principal distribuidora de heroína en la junta auxiliar Ignacio Romero Vargas, además de otros personajes.
Este agente, que ya no se sabe si es comandante, inspector o comisario, sigue con el cobro de rentas del crimen organizado y ahora se encarga de alinear a los grupos de vendedores de droga del Sur de la Ciudad de Puebla.
El contacto de este servidor público, es conocido como “Chocs”, un ex agente de la Policía Ministerial, el cual se encarga de presentar a narcomenudistas con el agente Vergara, quien no solo se dice “Jefe Oso”, sino que además se dijo engordar y crecer la barba para parecerse a su anterior jefe.
“Que cosas no”
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Columna Porque los muertos corren rápido de Alfonso Ponce de León
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