Tlaxcala, Pue.- Ofrendar, en el Día de Muertos, es compartir con los difuntos el pan, la sal, las frutas, los manjares culinarios, el agua y, si son adultos, el vino.
Colocan catrina monumental de frutas y verduras en Escalinatas del VecinoDoce obreros fallecen calcinados tras explosión en Aceros Simec, en XaloztocOfrendar es estar cerca de los muertos para dialogar con su recuerdo, con su vida. La ofrenda es el reencuentro con un ritual que convoca a la memoria, también incluye el tradicional dulce de camote y calabaza, que son parte importantes en las ofrendas, por lo que es muy común en algunos lugares poner estos postres en las ofrendas, como, por ejemplo, en el estado de Tlaxcala.
Los precios de los dulces van de 40 a 60 pesos y se pueden encontrar en el mercado Emilio Sánchez Piedras, para que los acompañes con el tradicional pan de muerto y una bebida caliente.
La ofrenda es ese ritual colorido donde el individuo y la comunidad están representados con su dádiva; es un acto sagrado, pero también puede ser profano: la tradición popular es la simbiosis de la devoción sagrada y la práctica profana.
La ofrenda del Día de Muertos es una mezcla cultural donde los europeos pusieron algunas flores, ceras, velas y veladoras; los indígenas le agregaron el sahumerio con su copal y la comida y la flor de cempasúchil (Zempoalxóchitl). La ofrenda, tal y como la conocemos hoy, es también un reflejo del sincretismo del viejo y el nuevo mundo. Se recibe a los muertos con elementos naturales, frugales e intangibles -incluimos aquí las estelas de olores y fragancias que le nacen a las flores, al incienso y al copal-.
La ofrenda de muertos debe tener varios elementos esenciales. Si faltara uno de ellos, se pierde, aunque no del todo el encanto espiritual que rodea a este patrimonio religioso.
¿Quieres mantenerte al tanto de todas las noticias hoy en Puebla? ¡Explora más en nuestro portal ahora mismo!
Foto EsImagen
mala
Vistas: 202