Chilpancingo, Gro. - A pesar de la creciente preocupación por la situación de violencia e inseguridad en Chilpancingo, un número considerable de comerciantes de la Feria de San Mateo Navidad y Año Nuevo ha decidido quedarse en el evento, que se celebra cada año en la capital de Guerrero.
Armenta invertirá 300 mdp en módulos de maquinariaLa muerte del presidente del patronato de la feria, Martín Roberto Ramírez Ruiz, y los recientes incidentes violentos en la región han generado un ambiente de incertidumbre, especialmente después del fallecimiento del alcalde Alejandro Arcos Catalán.
Sin embargo, muchos de los vendedores foráneos que llegaron desde distintos estados del país optaron por no retirarse, decididos a recuperar parte de la inversión realizada para estar en el evento.
En un contexto marcado por la inseguridad, los comerciantes han expresado que la necesidad de generar ingresos es más urgente que nunca.
Alejandro Garrido Cazas, un vendedor originario de Puebla, comentó que la incertidumbre sobre la viabilidad de la feria comenzó a surgir tras la muerte del alcalde, pero que, a pesar de los riesgos, decidió permanecer para intentar recuperar lo invertido. "Venimos a alzar un poco de venta, un poco de dinero, porque los gastos son muchos. Los costos de traslado, el pago del personal, todo eso pesa, por eso queremos vender, aunque sea un poco", explicó Garrido Cazas.
En tanto, otros comerciantes con años de experiencia en la feria, como José Alfredo Campos Marqués, quien ha estado participando en este evento desde 1980, aseguraron que la decisión de quedarse no solo responde a las expectativas de venta, sino a una costumbre arraigada.
"Si nos dan chance y nos brindan seguridad, yo pienso que nos quedamos. La gente sigue viniendo, aunque con todo lo que pasa, necesitamos vender lo que trajimos", dijo Campos Marqués, quien ha dedicado gran parte de su vida a la venta de chamarras en este evento.
Para él, la feria representa una oportunidad de negocio, especialmente porque muchos de los productos que ofrece no se consiguen fácilmente en Chilpancingo.
Aunque algunos vendedores decidieron abandonar la feria por temor a nuevos hechos de violencia, la mayoría de los que provienen de otros estados como Puebla y Jalisco, se han quedado con la esperanza de que la situación mejore en los próximos días.
Según varios testimonios, lo que impulsa a los comerciantes a seguir adelante es la necesidad de recuperar al menos una parte de la inversión realizada en traslados, hospedaje y la contratación de personal.
Por su parte, el recinto ferial sigue siendo resguardado por un operativo de seguridad conjunto entre la Policía Estatal y Municipal, con la intención de brindar protección tanto a los asistentes como a los comerciantes.
Sin embargo, la presencia de elementos de seguridad no ha sido suficiente para calmar la preocupación generalizada, pues la ola de violencia en Guerrero no ha mostrado señales claras de disminución, lo que sigue siendo una preocupación para todos los involucrados.
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xmh
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