México.- “En mi primer día de regreso a la Oficina Oval, firmaré una histórica serie de decretos para cerrar nuestra frontera a los inmigrantes ilegales y detener la invasión de nuestro país. Todos los miembros de pandillas extranjeras serán expulsados y designaré de inmediato a los cárteles como organizaciones terroristas extranjeras. Lo haremos de inmediato y desataremos todo el poder de las fuerzas de seguridad federales, el ICE y la Patrulla Fronteriza”, prometió Donald Trump el pasado mes de diciembre en un discurso ante los miembros de la asociación conservadora Turning Point USA y así lo hizo.
EU congela financiamiento de lucha contra el narcotráfico en MéxicoDe esta manera puedes distinguir el enamoramiento del amorEn su discurso de inauguración, Trump aseguró que usará “todo el poder inmenso de las fuerzas de seguridad federales y estatales para eliminar la presencia de todas las redes criminales de pandillas extranjeras”. Más tarde firmó una orden ejecutiva que aprovechará una ley aprobada en 1798 llamada The Alien Enemies Act para cumplir con su objetivo, ya que permite al gobierno detener a extranjeros que son ciudadanos de una nación a la que el Congreso ha declarado la guerra o que está involucrado en una invasión o incursión depredadora.
La iniciativa del nuevo presidente de Estados Unidos no es nueva, durante su primer mandato expresó en diversos discursos su intención de llevar a cabo el plan. Por ejemplo, en noviembre del 2019 declaró en el programa radiofónico del periodista Bill O’Reilly que su gobierno llevaba hasta entonces 90 días trabajando en la implementación:
“Sabes que denominar (terrorista a un grupo) no es tan fácil. Tienes que pasar por un proceso y estamos bien metidos en éste. Perdemos a 100 mil personas al año por lo que está sucediendo y lo que viene desde México. De hecho, le he ofrecido al presidente que nos deje ir y limpiarlo y él, hasta ahora, ha rechazado la oferta. Pero hasta cierto punto, algo tiene que hacerse”.
Finalmente, su intención no se concretó entonces, ahora es una de las propuestas principales de su segundo mandato, como ya lo había dejado ver el exsenador Marco Rubio, designado director de la diplomacia estadunidense, quien comentó durante una comparecencia en el Senado que las organizaciones del narcotráfico “tienen básicamente el control operativo sobre enormes extensiones de las regiones fronterizas entre México y Estados Unidos”.
Y añadió: “Es importante para nosotros no sólo perseguir a estos grupos, sino identificarlos y llamarlos por lo que son: terroristas. Son ciertamente terroristas por naturaleza. Aterrorizan con migración masiva y el tráfico de drogas”.
De acuerdo con datos de un reporte del Centro para el Control y Prevención de Enfermedades (https://www.cdc.gov/nchs/products/databriefs/db522.htm), las muertes relacionadas con las drogas se cobraron 105 mil siete vidas estadunidenses en 2023. Mientras que un análisis realizado por el National Institute on Drug Abuse (https://nida.nih.gov/research-topics/trends-statistics/overdose-death-rates#Fig2) apuntó lo siguiente:
“En general, las muertes por sobredosis de drogas aumentaron de 2019 a 2022, con 107 mil 941 muertes por sobredosis de drogas reportadas en 2022. Las relacionadas con opioides sintéticos distintos de la metadona (principalmente fentanilo fabricado ilícitamente) continuaron aumentando con 73 mil 838 por sobredosis reportadas en 2022. Los decesos relacionados con estimulantes, incluida la cocaína o psicoestimulantes con potencial de abuso (principalmente metanfetamina), también continuaron aumentando con 27 mil 569 y 34 mil 22 respectivamente en 2022”.
¿QUÉ ES UNA ORDEN EJECUTIVA?
Conocida como una de las herramientas más poderosas del presidente de los Estados Unidos, es una orden escrita emitida por él al gobierno federal que no requiere la aprobación del Congreso y no está ligada a un tema o área en específico, ya que se emite a discreción del mandatario en turno.
La autoridad para emitir órdenes se basa en el Artículo II de la Constitución de ese país, que establece: “El poder ejecutivo residirá en un presidente de los Estados Unidos de América”.
Implicaciones de este cambio
Al designar a un grupo criminal como una Organización Terrorista Extranjera (FTO, por sus siglas en inglés) se prohíbe a los estadunidenses, o a cualquiera que quiera inmigrar a los Estados Unidos, brindar cualquier tipo de “apoyo material” a un grupo terrorista designado y permite a las víctimas del terrorismo demandar a los supuestos partidarios de la FTO para obtener una compensación. Mientras tanto, una designación de Terrorista Global Especialmente Designado (SDGT, por sus siglas en inglés) permite al Tesoro de los Estados Unidos confiscar los activos de un grupo.
De acuerdo con la cadena Fox News, la orden ejecutiva de Trump aplicará las designaciones FTO y SDGT e incluirá a pandillas no mexicanas, como la MS- 13 de El Salvador y el Tren de Aragua de Venezuela.
¿Herramienta política?
“El secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio, ha señalado que sería una de las alternativas que podrían tomarse, pero que en principio él ve que apostarían primero por intentar una forma de colaboración con el gobierno mexicano”, argumentó Francisco Valdés Ugalde, investigador del Instituto de Investigaciones Sociales.
Al inclinarse por esta medida, señaló el universitario, el gobierno estadunidense corre el riesgo de que “haya actos violentos dentro de su territorio, deliberados por parte de las organizaciones del crimen, digamos ya no solamente el tráfico de drogas, sino otro tipo de cuestiones que pudieran darse como rechazo a esa medida, porque si se aplica la declaratoria, todas las personas identificadas como miembros de esas organizaciones serían activamente perseguidas por las autoridades. Y eso implica una amenaza diferente”.
Por su parte, Javier Oliva Posada, profesor del Seminario Universitario de Estudios sobre Democracia, Defensa, Dimensiones de la Seguridad e Inteligencia, coincidió con ese planteamiento:
“De proceder, tendría repercusiones muy severas, no solamente en la relación con México, sino en Estados Unidos, porque cualquier estadunidense que compre un arma y que por alguna razón termine en manos de un traficante de armas, se volvería entonces colaborador de las organizaciones terroristas”.
“Me parece un grave error utilizar el término narcoterrorismo, terrorismo criminal o insurgencia criminal, porque en el caso de México, claramente no tienen ninguna posibilidad de ser aplicadas. Las organizaciones criminales en México utilizan técnicas en algunas partes para aterrorizar a la población, para generar miedo, sin duda alguna, pero ¿son tácticas terroristas? La posibilidad de una incursión armada unilateral por parte de los Estados Unidos me parece algo si no imposible, sí muy poco probable”, recalcó Oliva Posada.
¿A QUÉ SE LE LLAMA NARCOTERRORISMO?
La Asociación de Academias de la Lengua Española define al narcoterrorismo como aquel “terrorismo vinculado con el tráfico de drogas, del que obtiene su financiación”.
“De acuerdo a mis investigaciones, la primera vez que se utiliza por un organismo multilateral la calificación de narcoterroristas fue en enero del 2007, cuando la organización del Tratado del Atlántico Norte calificó así a la guerrilla talibán”, señaló Javier Oliva.
Y añadió: “También el Departamento de Estado, en el caso de las expresiones subversivas latinoamericanas, consideró así por varios años a las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, pues también se tuvieron pruebas de que, en alguno de los frentes, los guerrilleros habían desplazado a los narcotraficantes en la producción y exportación de cocaína”.
La etiqueta permite, complementa Francisco Valdés Ugalde, “bajo la legislación de Estados Unidos en materia de combate al terrorismo, tomar acciones fuera de su territorio y reclamar para la legislación actos de estos grupos que no necesariamente se realizaron dentro, pero pusieron en peligro a esa nación”.
¿Qué debe hacer México?
En opinión de Javier Oliva, una declaratoria de este tipo significa “perder-perder” para ambos países, complicando la relación entre estos socios comerciales. “Para mí se trata de una manera de presionar en la negociación del Tratado México, Estados Unidos, Canadá. Para mí, indudablemente ese es el objetivo, porque de que prospere es verdaderamente difícil”, subrayó.
Para Francisco Valdés Ugalde esta posible declaración es consecuencia de las decisiones tomadas por gobiernos anteriores, cuyas estrategias permitieron a los grupos criminales “dejar hacer, se permitió que estos grupos del crimen organizado crecieran en el territorio nacional en distintas regiones y que no fueran abierta y directamente combatidos por las autoridades”.
Esto, teorizó el especialista de la UNAM, quizá permita a nuestro país replantear las estrategias que se utilizan en contra de los grupos delincuenciales:
“Si México no tiene una política internacional activa en el mundo, en los organismos internacionales, con los países con los que tiene alianzas, tratados y amistad, pues no se puede tener una visión propiamente de Estado, de dónde quiere situarse en el nuevo escenario mundial”. Se está viendo un reacomodo entre los distintos bloques de poder y actualmente no hay una política internacional muy bien desarrollada más allá de las reacciones de defensa ante las circunstancias lamentables que hoy vivimos”.
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