Puebla, Pue. - Aunque Puebla no cuenta con costas, su producción de mariscos y peces ha sido un fenómeno creciente desde hace más de una década, destacándose en especies como trucha, tilapia y carpa. A pesar de este panorama, la realidad es que la actividad acuícola en el estado enfrenta una drástica disminución, según los últimos datos del Anuario Estadístico de Acuacultura y Pesca 2023 de la Comisión Nacional de Acuacultura y Pesca.
Toman protesta los presidentes municipales suplentes de Ciudad Serdán y Tlachichuca Tehuacán contará con tapetes artesanales durante su aniversarioDesde 2010, la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (SADER) ha impulsado la creación de más de 140 granjas acuícolas en Puebla, abarcando 27 municipios como Santa Rita Tlahuapan, Zacatlán, Teziutlán, y Huauchinango, entre otros. Estos esfuerzos resultaron en la consolidación de una producción significativa, con especies como la trucha, la tilapia, la carpa, el bagre y hasta la langosta en algunas zonas como la Mixteca.
A pesar de este impulso, las cifras más recientes sobre la producción acuícola en Puebla reflejan una preocupante caída. Por ejemplo, la producción de trucha en el estado, que en 2014 llegó a las 2,776 toneladas, se desplomó a tan solo 241 toneladas en 2023. En el caso de la mojarra, la situación es aún más alarmante, pasando de 1,083 toneladas en 2014 a apenas 23 toneladas en 2023. Otras especies como la langosta y el pescado blanco también han registrado caídas drásticas en su producción.
El declive en la producción acuícola de Puebla se debe a varios factores. En primer lugar, la falta de infraestructura adecuada y el escaso apoyo financiero a los productores han sido puntos recurrentes de queja entre los acuicultores locales. Además, la competencia con estados como Sinaloa, Baja California y Yucatán, que cuentan con costas y condiciones más óptimas para la producción de mariscos y pescados, ha incrementado la dificultad de competir en el mercado nacional.
Otro de los factores que han influido en este descenso es el manejo insostenible de los recursos acuáticos en algunas granjas, lo que ha resultado en una menor productividad y calidad de los productos. La falta de innovación tecnológica en el sector, así como la escasa capacitación de los productores, también han sido citados como factores que han frenado el crecimiento de la acuacultura en la región.
A pesar de los números negativos, algunos expertos en acuacultura aseguran que aún hay oportunidades para reactivar esta industria en Puebla. La clave, según afirman, está en la modernización del sector, con una mayor inversión en infraestructura y en la capacitación de los productores. Además, el fomento de técnicas más sostenibles y la adopción de nuevas tecnologías podrían revitalizar la producción de especies acuáticas en el estado.
La promoción de mercados locales también podría jugar un papel crucial. Muchas de las especies producidas en Puebla, como la tilapia, la trucha y la carpa, son muy valoradas por los consumidores de la región. Con un enfoque en la comercialización interna y en la diversificación de productos, los acuicultores podrían recuperar parte del terreno perdido en los últimos años.
A pesar de la caída en las cifras de producción, Puebla sigue siendo un productor relevante a nivel nacional, aunque su participación ha disminuido. Con apenas un 0.01% de la producción nacional en 2023, el estado está muy lejos de sus cifras de 2014, cuando representaba el 0.23%. Sin embargo, en términos de calidad y variedad de productos, la entidad sigue teniendo un potencial sin explotar.
Los productos acuícolas de Puebla, como la langosta y el pescado blanco de Chignahuapan, son apreciados en mercados nacionales e internacionales, y un enfoque renovado hacia la sostenibilidad y la diversificación podría ayudar a recuperar la competitividad del sector.
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xmh
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