Huauchinango, Pue.- Centenares de manifestantes de la junta auxiliar de Cuacuila clausuraron de manera simbólica la presidencia municipal de Huauchinango para demandar la pronta rehabilitación de su camino principal y la construcción de las viviendas donde serán reubicadas las personas damnificadas por la tormenta tropical Earl de hace casi cuatro meses.
Minutos después de las 10:00 horas del sábado un contingente de vecinos de la comunidad indígena nahua decidieron marchar por un carril de la carretera federal México-Tuxpan e ingresar a la cabecera el Distribuidor Vial para demandar la reapertura del camino tradicional y más corto que va de esta cabecera a la localidad.
A la protesta se sumaron algunas autoridades comunitarias en demanda de “respeto y mejor atención” a las juntas auxiliares, rancherías e inspectorías por parte de la administración del alcalde Gabriel Alvarado Lorenzo, pues aseguraron que han recibido malos tratos, recorte de participaciones y discriminación política. Entre ellos estaban, además del edil auxiliar de Cuacuila Eugenio Pérez Ahuacatitla, los de Tenango de las Flores, Papatlatla, San Miguel Acuautla, Xilocuautla, Teopancingo El Alto, y los inspectores de Puga y El Mirador.
Los manifestantes exigieron la entrega del programa prometido de reubicación de los damnificados por el paso del fenómeno meteorológico del pasado 6 y 7 de agosto y gritaron consignas como: “Huauchinango Iluminado, Cuacuila incomunicado”, en alusión al programa turístico de luces que el ayuntamiento iniciará el próximo viernes.
Aunque el contingente estuvo integrado mayormente por habitantes de Cuacuila y algunos integrantes del Sindicato Mexicano de Electricistas (SME), encabezados por Miguel Márquez Ríos, casi al llegar a la mancha urbana se integraron más personas.
Frente a la presidencia municipal hubo algunos momentos de tensión porque se había corrido el rumor de que los inconformes pretendían introducirse al edificio que era resguardado por policías que cerraron la reja con cadenas y la reforzaron con parte del tablado que se utiliza en los huapangos, pero los habitantes se limitaron a clausurar con cartulinas y cinta amarilla la entrada principal, luego de que realizaron un mitin.
En él participaron las autoridades comunitarias que reiteraron el pliego petitorio que presentaron hace unos meses en la capital poblana y anunciaron que van a recibir recursos para ejecutar algunas obras por parte del Senador Miguel Barbosa Huerta y el ex líder perredista Erik Cotoñeto
Los oradores coincidieron al demandar mejor atención de parte del alcalde Gabriel Alvarado Lorenzo y llamaron a la no discriminación.
Quienes participaron en el mitin, fueron las autoridades de comunidades, como Tenango de las Flores, Xilocuautla, Ocpaco, El Mirador, San Miguel, Papatlatla, una comisión de Xaltepec, Puga y de Cuacuila, así como Enio Fernández, miembro de Ciudadanos Unidos y el líder smeita Márquez Ríos, además de dos asesores de la diputada del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) Rocío Nalhe.
Ellos anunciaron que pidieron que el ayuntamiento transparente los recursos destinados a atender la contingencia, y cómo se distribuyeron, además de que se dé a conocer el padrón de los beneficiarios en diversas comunidades.
El presidente de Cuacuila, Eugenio Hernández Ahuacatitla, pese a que admitió que hay maquinaria pesada que alquiló el municipio en el camino principal que permanece cerrado a casi cuatro meses del desastre que causó Earl, aseguró que sólo los pobladores han realizado acciones y hacen falta los trabajos por parte de la alcaldía.
Por otro lado, urgió la aplicación de recursos del Fondo Nacional de Desastres Naturales (Fonden) para el programa de reubicación de las familias cuyas viviendas resultaron con daños severos o pérdida total porque hasta el momento no les han dicho qué sucederá con ellos.
Los presidentes pidieron también la construcción de muros de contención a la clínica del IMSS de Cuacuila; la rehabilitación del tramo carretero de la junta auxiliar de Venta Grande a la comunidad de Teopancingo Bajo, con una extensión de 7 kilómetros, la de la Avenida Juárez, en dirección al barrio del Centenario con una extensión de 800 metros en la comunidad de Ocpaco.
La rehabilitación del tramo de camino de la comunidad de Nopala hacia Alseseca, con una extensión de cuatro kilómetros; la de la carretera de Cuautlita hacia Nuevo Necaxa, de aproximadamente cinco kilómetros; la del camino que comunica del barrio de Tzahuinco en Tenango de las Flores, a la comunidad de Acatlán, de tres kilómetros aproximadamente.
La construcción de muro de contención de la Avenida Principal en la comunidad de Papatlazolco; la rehabilitación del tramo carretero que comunica a la junta auxiliar de Nopala con la comunidad de Matlaluca, de aproximadamente 4 kilómetros; la de la calle que va desde la colonia 5 de Mayo de Huauchinango a la comunidad de Puga y la junta auxiliar de Venta Grande de aproximadamente 5 kilómetros y la reubicación, dentro de la comunidad de Papatlatla, de 10 familias del barrio del Centro cuyas viviendas fueron destruidas.
Al final, tras el cierre simbólico de la presidencia municipal, el juez de paz de Puga, Jesús Hernández, anunció que se opondrá –lo mismo que habitantes de las colonias El Ocotal y La Mesita- a la construcción del relleno sanitario que se instalaría en el camino a su comunidad. Antes sólo había referido que su inconformidad surgió a partir de que le recortaron en un 50 por ciento las participaciones que recibe.
Hasta el momento la administración municipal no ha emitido una postura sobre las demandas e inconformidades de las autoridades comunitarias.
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