Carlos Loret de Mola, en su columna de este miércoles en El Universal, ha dicho que los medios mexicanos se han llenado de simpatizantes de la 4T. Creo que miente. O yo no veo las cosas así. Para refutar a Loret analizaré las posiciones políticas e ideológicas de los y las principales periodistas de la radio y de tres rotativos, Milenio, El Financiero y Reforma:

Top 5. Ratings de radio del mes de febrero de 2024

1º Con 1.40 de rating, Ciro Gómez Leyva, de Radio Fórmula (es un periodista de oposición dura desde el centro político, pero racional en sus críticas a la 4T, sobre todo porque se abre a comentaristas inteligentes de izquierda como Epigmenio Ibarra).
2º Con 0.89 de rating, Carlos Loret de Mola, de W Radio (de oposición fanática desde el viejo PRI de Roberto Madrazo, uno de los políticos más lamentables y corruptos que México ha conocido).
3º Con 0.83 de rating, Joaquín López Dóriga, de Radio Fórmula (de oposición fanática desde sectores de extrema derecha del viejo PRI echeverrista y del nuevo PAN, el de Felipe Calderón y Genaro García Luna).
4º Con 0.81 de rating, Azucena Uresti, de Radio Fórmula (oposición dura sin ideología definida: lo de ella es estar en contra por estar en contra, algo que dado el contexto no está tan mal).
5º Con 0.75 de rating, Alejandro Villalvazo e Iñaki Manero, de 88.9 Noticias (oposición dura desde el centro político, pero sin demasiada racionalidad en sus cuestionamientos, lo que quizá sea una ventaja ya que privilegian los datos y no tanto las opiniones, que no tienen o nadie las comparte).

Horario matutino. Rating del mes de febrero de 2024

1º Con 1.40 de rating, Ciro Gómez Leyva, de Radio Fórmula.
2º Con 0.81 de rating, Azucena Uresti, de Radio Fórmula.
3º Con 0.75 de rating, Alejandro Villalvazo e Iñaki Manero, de 88.9 Noticias.
4º Con 0.62 de rating, Mario González, de Stereo Cien (oposición moderada sin fundamentos ideológicos claros).
5º Con 0.61 de rating, Manuel Feregrino, de Radio Fórmula (oposición moderada desde el centro político).

Horario de mediodía. Rating del mes de febrero de 2024

1º Con 0.89 de rating, Carlos Loret de Mola, de W Radio.
2º Con 0.83 de rating, Joaquín López Dóriga, de Radio Fórmula.
3º Con 0.63 de rating, Denise Maerker, de Radio Fórmula. (Muy bien ubicada en la objetividad periodística desde el centro político).
4º Con 0.57 de rating Adriana Pérez Cañedo, de Stereo Cien (Muy bien ubicada en la objetividad periodística desde el centro político).
4º Con 0.57 de rating Javier Alatorre, de Heraldo Radio (su trabajo pierde todo el brillo porque lo contamina la posición de oposición rabiosa desde la extrema derecha empresarial de su jefe en TV Azteca, Ricardo Salinas Pliego. Difícil cruzar algunos pantanos sin mancharse).

Horario de media tarde. Rating del mes de febrero de 2024

1º Con 0.45 de rating, Chumel Torres, de Radio Fórmula (oposición chalada sin ideología de ningún tipo).
1º Con 0.45 de rating, Enrique Acevedo, de Radio Fórmula. (Oposición suave desde el centro político).
3º Con 0.33 de rating, Eduardo Ruiz Healy, de Radio Fórmula. (Oposición suave desde la derecha moderada).
4º Con 0.29 de rating, Pamela Cerdeira, de MVS Noticias. (Muy bien ubicada en la objetividad periodística desde el centro político).
5º Con 0.27 de rating, Adriana Delgado, de Heraldo Radio. (Muy bien ubicada en la objetividad periodística desde el centro político).

Horario de tarde/noche. Rating del mes de febrero de 2024

1º Con 0.48 de rating, José Cárdenas, de Radio Fórmula. (Bien colocado en la objetividad periodística desde el centro político, aunque con cierto aroma priista).
2º Con 0.36 de rating, Ana Francisca Vega, de MVS Noticias. (Bien ubicada en la objetividad periodística desde el centro político).
3º Con 0.33 de rating, Juan Becerra, de Radio Fórmula. (El único de izquierda entre quienes lideran la radio mexicana).
4º Con 0.30 de rating, Jaime Núñez, de Radio Fórmula. (Bien ubicado en la objetividad periodística desde el centro político).
5º Con 0.27 de rating, Sandra Romandía, de Heraldo Radio. (Oposición suave desde el centro político).

Periódico Milenio:

Carlos Marín, columnista ñampeado de oposición que perdió ciertas virtudes periodísticas que tuvo y no volvió a encontrar referentes para ubicarse ideológicamente en ninguna parte.
Héctor Aguilar Camín, columnista de oposición dura con una ideología, ahora queda claro, descompuesta.
Carlos Puig, columnista políticamente correcto, aunque con desviaciones.
Gil Gamés, puro mamón, odiador profesional de AMLO.
Joaquín López Dóriga, oposición fanática desde los sectores de extrema derecha del viejo PRI. Se dedica a decir que es bien valiente y que AMLO no lo doblará y, también, a tratar de apoyar a Xóchitl Gálvez contra Claudia Sheinbaum.
Epigmenio Ibarra, articulista inteligente de izquierda.
Viri Ríos, columnista que destaca por su objetividad periodística, aunque a veces sus análisis no sean correctos.
Jorge Zepeda Paterson, aliado de la 4T, el único entre los columnistas principales de los diarios impresos, excepto La Jornada.

El Financiero:

Enrique Quintana, columnista objetivo.
Raymundo Riva Palacio, columnista de oposición dura y sobre todo irascible, a veces con buena información.
Pablo Hiriart, columnista de oposición fanática desde los sectores de extrema derecha del viejo PRI salinista.
Lourdes Mendoza, columnista de oposición suave desde el centro político, a veces con buena información.
Salvador Camarena, como en el caso de Javier Alatorre, su trabajo pierde brillo porque lo contamina la posición de oposición dogmática desde la extrema derecha empresarial de su exjefe Claudio X. González. Difícil cruzar algunos pantanos sin mancharse.
Macario Schettino, un tipo sangrón que juega al tecnócrata de la economía desde la crítica apasionadamente fanática a todo lo que hace AMLO.
Ciro Murayama, opositor fanático, lo que antes hacía desde el INE y ahora desde donde lo dejan.

Reforma, El Norte, Mural:

Columna Templo Mayor, de abierta oposición con información normalmente truqueada para dañar a la 4T.
Sergio Sarmiento, como Alatorre y Camarena, no ha logrado cruzar el pantano de Salinas Pliego sin mancharse. Nadie podría hacerlo, así de disparatado todo lo que hace este empresario desde hace meses.
Denise Dresser, columnista que se siente intelectual, pero destruye lo bueno que tiene porque cayó en el fanatismo que la lleva a odiar a AMLO y a Sheinbaum.
Guadalupe Loaeza, partidaria de Xóchitl Gálvez, por lo tanto calumniadora de Claudia Sheinbaum.
Manuel J. Jáuregui o El Abogado del Pueblo, seudónimos de alguien de la familia Junco, propietaria de Grupo Reforma. Es un columnista de extrema derecha clerical que logra el milagro de ser interesante a pesar de su extrema incapacidad para escribir más o menos correctamente —lo hace peor que yo, y es decir—.
Francisco Martín Moreno, fanático odiador de AMLO durante muchos años y recientemente odiador de Sheinbaum.
Peniley Ramírez, inteligente periodista investigadora que con frecuencia se pierde en el abismo de la aversión respecto de la 4T.
Jesús Silva-Herzog Márquez, columnista de oposición dura que quiere ser algo así como filósofo o teórico de la política, lo que no consigue.
Vanessa Romero Rocha, columnista que sin ser abiertamente partidaria de la 4T —no la identifico como tal—, me parece que entiende a la tan, casi siempre injustamente cuestionada izquierda mexicana, lo que le convierte en una analista objetiva, la única con esa característica en Reforma, El Norte y Mural.