Huauchinango, Pue.- Armados con machetes y pancartas, decenas de habitantes de Cuaucuila en Huauchinango pararon las obras de instalación del gasoducto Tuxpan-Atotonilco, propiedad de la empresa Gasomex, y demandaron respeto a sus derechos a la consulta previa y a la autodeterminación como pueblo indígena.
Amagan indígenas con bloquear nuevamente obras de GasomexExige Cuacuila informe sobre instalación de ducto de GasomexTras la realización de dos asambleas, los indígenas nahuas que habitan la “Tierra del Gusano de Seda”, ubicada a unos cinco kilómetros de la cabecera municipal, acordaron clausurar los trabajos debido a que consideran que la tubería, que pasa a unos 200 metros de la comunidad, pondrá sus vidas en riesgo permanente.
Cerca de las 08:00 de la mañana de este lunes, tal y como lo acordaron la noche del domingo, hombres, mujeres y niños caminaron hasta la estación de bombeo de gas ubicada a las faldas del cerro donde se asienta su pueblo para frenar el avance de la maquinaria que instala la tubería que correrá por 300 kilómetros desde el Golfo de México al centro del país transportando un flujo normal de 33 mil barriles de gas propano por día y que podría incrementarse hasta 69 mil barriles cada 24 horas.
La instalación de una de las cuatro estaciones de bombeo de gas que contempla el proyecto empresarial y el movimiento del trazo del ducto que irá unos ocho metros por debajo de la carpeta asfáltica de la autopista México-Tuxpan, fueron dos de las causas que empezaron a inquietar a los cuacuileños, que aseguraron carecer de mayor información sobre la tubería y los efectos que tendrá para su comunidad.
Por ello, la mañana de este lunes caminaron desde la presidencia auxiliar a tres puntos de la obra: donde se instala una de las 20 válvulas de seccionamiento; a la estación de bombeo de gas a 200 metros de las viviendas de Cuacuila y al lugar donde se encuentra la maquinaría que trabaja en la “siembra” de la tubería que ya afectó uno de los manantiales que los abastecen, pues le pasa por arriba.
Puebla, San Martín, San Juanico, en la memoria
Hombres, mujeres y niños colocaron sus pancartas de rechazo sobre la obra a la que calificaron como un “riesgo de muerte”, mientras que el presidente auxiliar Rodolfo Lechuga Ahuacatitla, dijo que la manifestación es un acto que expresa “su inconformidad por la obra que está amenazando a todos los habitantes, debido a que en el caso de una explosión, por la cercanía de la tubería a la zona habitada, el pueblo desaparecerá, ya hemos sabido de casos ocurridos en Puebla, en San Martín o en San Juanico en el Estado de México”.
Los manifestantes insistieron en que el gasoducto viola sus derechos como pueblo indígena, porque no se les ha dado información y tampoco se les consultó para la realización de la misma.
El arribo de los lugareños coincidió con la de los obreros a quienes, de manera pacífica pidieron, parar los trabajos y les pidieron admitir que los trabajos para los que fueron contratados dañan el medio ambiente y ponen en riesgo a los habitantes de Cuacuila.
Minutos más tarde llegó al lugar, Marco Antonio Magallón, quien dijo ser ingeniero supervisor de “cruces direccionados” en la obra de Gasomex y manifestó que “sus superiores ya tenían conocimiento de lo que estaba pasando en los distintos parajes y de la inconformidad de los lugareños, por lo que ofreció una reunión con ellos para que se les informe de los pormenores.
Otra persona que se negó a dar su nombre a este medio de comunicación pero aseguró que es “supervisor de obra e indígena zapoteca”, por lo que entendía del reclamo de respeto de los derechos del pueblo náhuatl de Cuacuila, señaló que lo lamentable es que las autoridades municipales y auxiliares den permisos y después no informen a sus gobernados de lo que hacen.
Dijo que la falta de información entre los pobladores “no era problema de la empresa Gasomex; es más, tampoco que se lleven los expedientes cada vez que hay un cambio de gobierno y no se sepa de dónde partir”.
Entre algunos gritos de rechazo, ofreció una reunión entre los representantes de Gasomex para este martes a las 10:00 horas en la que aseguró se explicarían los detalles del proyecto, sin embargo se comprometió a detener los trabajos hasta que se realice la asamblea y se disipen las dudas en la comunidad.
El Proyecto
De acuerdo con sus Manifiestos de Impacto Ambiental 21PU2009G002, 30VE2009G0034 y 13HI2006G001, el proyecto en el que se invertirían más de 40 millones de dólares, incluye dos plantas de almacenamiento de gas, dos plantas de control y medición, más de 20 válvulas de seccionamiento, cuatro estaciones de bombeo, una interconexión de ductos, así como un gasoducto de 14 pulgadas, con una longitud de 300 kilómetros que atraviesa terrenos ejidales y pequeñas propiedades en 24 municipios de los estados de Hidalgo, México, Puebla y Veracruz.
Por ello se encargó al corporativo WSF la adquisición de los derechos de vía, bajo contratos de constitución de servidumbres voluntarias de paso y de la “compra” de terrenos ejidales de los que gestionó el dominio pleno, para la construcción e instalación de la tubería y una planta de almacenamiento de gas propiedad de las empresas Gasoductos del Altiplano, Termigas, S.A. de C.V., y Gasomex.
El gasoducto “Tuxpan-Atotonilco” comparte y cruza derechos de vía con Petróleos Mexicanos (PEMEX), la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT), la Comisión Nacional del Agua, Transportación Ferroviaria Mexicana y vías inhabilitadas de ferrocarril, Ferrocarriles Mexicanos (Ferromex), Comisión Federal de Electricidad (CFE), Teléfonos de México (Telmex), Maxcom y Avantel (fibra óptica).
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