Semarnat niega permiso a planta tratadora inaugurada en Huauchinango

Huauchinango, Pue.- Con una manifestación de impacto ambiental rechazada y una suspendida por el inicio de un procedimiento de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) la planta tratadora de aguas residuales de Huauchinango –inaugurada el pasado 10 de mayo- podría ser objeto de una sanción económica. 

Pese a haberse presentado dos manifestaciones de impacto ambiental (MIA), una por parte de la empresa Arquitectura y Diseño Residencial de Puebla y otra por el ayuntamiento, la construcción de la planta tratadora de aguas residuales ejecutada en la comunidad de Totolapa violó la Ley de General del Equilibrio Ecológico y de Protección al Ambiente y el reglamento en la materia, “poniendo en entredicho sus buenas intenciones, opinó el biólogo Francisco Ledezma 

Lo anterior, luego de que el jueves pasado la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) publicara en la Gaceta Ecológica 35 la resolución que negó el permiso ambiental para la obra de saneamiento del río Texcapa con número de expediente 21PU2017UD026, presentado por la constructora que ganó la licitación de los trabajos en los que se invirtieron 162 millones de pesos.

Mientras que la evaluación de la MIA identificada con el número 21PU2016HD054, presentada por el ayuntamiento de este lugar, se encuentra suspendido desde el pasado 6 de Junio, ante el inicio de un procedimiento por parte de la Profepa -que podría derivar en sanciones económicas- por presuntas violaciones a las leyes ecológicas.

Cuando fue inaugurada se informó que la planta era la segunda más grande del estado de Puebla y que sanearía el 90 por ciento de las aguas negras que se generan en Huauchinango a razón de unos 140 litros por segundo, beneficiará a 14 mil 87 familias, pero “no se puede pasar por encima de la ley aunque los objetivos sean nobles”, dijo Francisco Ledezma.

La obra es un viejo anhelo para lograr el saneamiento de la Cuenca Hidrográfica del Río Necaxa -un área natural protegida que resiste la presión de las actividades de sus más de 160 mil habitantes- no obstante ha enfrentado diversos problemas: desde el reclamo por parte de una familia por la propiedad del terreno donde fue instalada, hasta el colapso de uno de sus colectores –quince días después de que fue inaugurada- debido a que fue colocado en una zona en riesgo  de deslaves.

La planta de tratamiento presuntamente incluyó la reparación y ampliación de los colectores marginales de La Palpa, San Juan (3N) y Santa Catarina, cuya construcción dio por terminada el ex alcalde Carlos Martínez Amador (2005-2008) –director estatal del Colegio de Bachilleres-, que no han cumplido sus funciones de saneamiento, por lo que las aguas negras siguen cayendo a los ríos Texcapa y Chapultepec, que desembocan en las presas de Necaxa y Tenango.

Según un análisis elaborado por la empresa Sistemas de Ingeniería Ambiental, las aguas residuales no cumplen los límites establecidos en la NOM-01-SEMARNAT 1996, pero pueden ser tratadas biológicamente debido a que su carga “orgánica e inorgánica, no es tan alta”.

El proyecto incluyó también la construcción de un cárcamo de bombeo, con una un reactor biológico anaerobio para el proceso primario y para el proceso secundario un tratamiento mecanizado; además de que en el tren de agua deberá hacerse un tanque de desinfección del efluente con luz ultravioleta para el secado de los lodos generados en el proceso.

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