Atlixco, Pue.- Tres horas y media tardó el largo camino de la funeraria al cementerio local de Mártires de Chinameca, que realizaron este jueves familiares de Lan de cinco años de edad, y de Eduardo de 17 años de edad, sobrino y tío asesinados el martes pasado por un chofer borracho. Ahora, ellos descansan en la lejana junta auxiliar de Axocopan.
Por separado Velázquez y Ayala ofrecen ayuda a familia de niños asesinadosConductor ebrio atropelló y prensó en una barda a dos menores en AtlixcoDe hecho la despedida a los pequeños atlixquences comenzó ayer cuando una fila de más de diez automóviles, la mayoría taxista de la ciudad, desfilaron con globos blancos y pancarta de reclamo del área del siniestro, en el norte de la mancha urbana, hacia las instalaciones de la funeraria donde eran velados.
Este día, el par de ataúdes blancos primero escucharon misa de cuerpo presente, después los condujeron a la avenida Xalpatlaco, sitio del accidente, y como una última parada la colonia Chapulapa donde radicaban.
A las 15 horas con 20 minutos finalmente llegaron al solitario cementerio de la comunidad de Mártires de Chinameca, por los rumbos de la carretera al municipio de Tochimilco acompañados por medio centenar de personas.
Coincidentemente, al salir de la funeraria y dirigirse al área donde el par de chicos fueron alcanzados por la camioneta particular blanca Suzuki una fuerte lluvia los cubrió. Precipitación que duró, irónicamente los 15 minutos de viaje.
Ellos descansan, mientras su familia no asimila aún la pérdida y clama justicia para que se castigue al responsables de arrebatarles la vida, quien el día del trágico hecho, fue detenido por vecinos de la zona que le impidieron fugarse.
Fotografía Especial
clh
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