De acuerdo con el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), la carestía llegó a la canasta alimentaria rural y fue de 7.48% en un año, lo que significó pasar de mil 287.59 en julio de 2020 a mil 384 en el mismo mes de este año.
Joven dona riñón a su pareja: IMSS La canasta alimentaria urbana se encareció 7.2%, lo que significó pasar de mil 688.57 pesos a mil 810 pesos en el mismo lapso mencionado.
La misión del Coneval es medir la pobreza y evaluar los programas y la política de desarrollo social que se han implementado en el país, entre las tareas está el medir el costo de los insumos mínimos que debe tener una persona para tener bienestar.
Las canastas, tanto urbana como rural, se encuentran en el máximo precio histórico de su medición desde enero de 1992.
La canasta alimentaria incluye, según el Coneval, productos como tortilla de maíz, sopa, pan blanco, pan dulce, pan de caja, arroz y otros cereales, asimismo carne de res, ternera y cerdo, longaniza, chorizo, jamón, pollo, pescado, leche, queso, yogurt y huevos.
Además de aceite, papa, verdura, cebolla, chile, jitomate, frijol, limón, manzana y perón; también, naranja, plátano, azúcar, miel, pollo rostizado, agua embotellada, jugos y néctares envasados, refrescos de cola y de sabores, asimismo de otros alimentos y bebidas consumidos fuera del hogar.
Fotografía: revista industrial del campo
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