A Ricardo Monreal se le está acabando la magia. El veto del presidente Andrés Manuel López Obrador a los dos nuevos comisionados del INAI es el último de los descalabros del senador.
Con el veto de Palacio Nacional fueron reivindicados senadores como el morenista César Cravioto, pues hasta dentro de las propias filas del oficialismo se había cuestionado el nombramiento de una dupla donde Monreal había impuesto a un cuadro suyo –Rafael Luna, su jurídico en la Cuauhtémoc–, que encima había tenido malas calificaciones en el proceso de selección.
Hace meses Monreal fue subido por fin a la categoría de corcholata. En un principio se pensó que así se ponía fin a la tensión entre el senador y Palacio, de donde fue desterrado muchos meses atrás, cuando perdió la confianza del Presidente y, por ende, las invitaciones a desayunos donde negociaban tanto agenda legislativa como política.
Columna de Salvador Camarena en El Financiero
Foto Cuartoscuro
clh
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