Créame usted cuando digo que verdaderamente espero que la oposición logre construir un proyecto sólido que abone a la pluralidad y a la democracia. Realmente considero que solamente así podremos edificar un Estado que mejore ostensiblemente las condiciones de vida de todas y todos. El ejercicio responsable del poder es tan necesario como también lo es un contrapeso político responsable.
Guerra de lodoUna semana de desafortunadas declaracionesPero me queda claro que no será en este tiempo ni en estos momentos.
Amén de la estrategia política de López Obrador, en la que les metió tremendo golazo con Xóchitl Gálvez como candidata “estrella” del frente opositor, me parece que la esperanza aliancista se desmoronará a pedazos mucho más rápido de lo esperado.
La señora X va de mal en peor. Mientras las corcholatas de la 4T tienen ideas y bases sólidas en su discurso, Gálvez Ruiz va de ocurrencia en ocurrencia, buscando popularidad y… Nada más.
Recordemos que el presidente Andrés Manuel López Obrador construyó su proyecto sobre un discurso opositor. Detectó las falencias de los gobiernos durante 18 años, y se dedicó a recorrer el país enviando el mensaje de que él haría las cosas de manera diferente. Construyó una alternativa, se convirtió en el caudillo referente y ofreció lo más valioso que un político puede ofertar: esperanza. Insistió en pedir al pueblo la oportunidad. El resultado ya lo conocemos.
El andar del tabasqueño no estuvo exento de dichos, bromas, rimas, y demás ocurrencias que aderezaron su proyecto. Pero, y este “pero” es clave, no sustentó su popularidad en ello, sino que utilizó esos elementos para identificarse con su electorado.
Dicho lo anterior, en el caso concreto de Xóchitl Gálvez ha sido diametralmente opuesto. Ha fincado su proyecto en ocurrencias. Su discurso va de disparates a despropósitos de manera vertiginosa. Tanto, que lo poco que ha ganado, me parece que lo perderá pronto.
Primero estaban muy contentos y emocionados por el bum mediático que causó su revelación. El grupo detrás de Xóchitl ya se ríe de cuanta ocurrencia la pone en el ojo público, cada una de esas acciones no indica nada en territorio electoral. La publicación de videos donde los improperios son la orden del día y la desafortunada degustación de platillos fálicos ha desatado una ola de decepción en unos y popularidad negativa entre otros.
La señora Xóchitl Gálvez se subió a un ladrillo que alcanzó a marearle, aunque se desmorona más rápido de lo que podía pensarse. Sus asesores están jugando con ella o están jugando para no ganar.
López Obrador le ha prestado de su popularidad a la señora X. A Claudia Sheinbaum le ha heredado su discurso político y le ha cuidado en su andar. Creo que #EsClaudia.
Estamos a una semana de que termine el séptimo mes del año. El clima político sigue su ruta. Las precampañas internas de Morena, aunque hace días entraron en un impasse, es notorio que han ido de menos a más. Las “corcholatas” se han esforzado por llegar a casi todos los rincones del país. Y bueno, casualidad o no, estrategia o una señal más del destino… Claudia Sheinbaum ya recorrió los 32 estados de México. Ahí también aventaja.
No todas las corcholatas han visitado todos los estados, pero todas las corcholatas han visitado Sinaloa.
Adán Augusto López Hernández se dio tiempo para recorrer los municipios más grandes. De su visita me agradó mucho el discurso en contra del estigma negativo que se le ha endilgado a Sinaloa y su gente. Tiene, además, en Ambrosio Chávez un gran operador.
Claudia Sheinbaum también estuvo en la capital, en el norte y después en el sur. Ha tenido los eventos me parece más significativos. La ex jefa de gobierno de CDMX lleva delantera hasta en coordinación.
Marcelo Ebrard solo ha visitado la tierra de los once ríos una vez como aspirante, su gira estuvo enfocada en el sur y Culiacán. Si me preguntan, diría que sin pena ni gloria.
A diferencia del ex canciller; el senador con licencia Ricardo Monreal ha tenido eventos multitudinarios en el norte, centro y sur del estado, estará de nuevo el próximo 8 de agosto en Sinaloa.
Este fin de semana también estuvieron Manuel Velasco del Partido Verde y Gerardo Fernández Noroña del Partido del Trabajo en Sinaloa. El primero con más sombras que luces y el segundo con un discurso que cada vez me agrada más. Al diputado con licencia por el PT hay que reconocerle su congruencia política, además, en Sinaloa agradecemos la franqueza y Noroña peca de directo.
Cada uno fiel a su estilo, se promovieron en distintos eventos y aseguran que serán los próximos sucesores de López Obrador.
Tal vez hay algún trasfondo en visitar Sinaloa con ahínco. Si bien las reglas del proceso interno son claras e impiden la participación del gobernador y funcionarios, para una corcholata es significativo el salir apapachado de la entidad con el mandatario morenista mejor evaluado. El piso es parejo pa’ todos.
Columna de Vanessa Félix en SDP Noticias
Twitter: @vanessafelixmx
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