‘Cause everything is new
And everything is you
And all I've learned has overturned
What can I do?
Don't go wasting your emotion
Lay all your love on me
Don't go sharing your devotion
Lay all your love on me.”
ABBA
“Entonces olvida, deja el dolor
Por la esperanza
Y ven a cobijarte entre mis brazos
Aleja de tu mente aquel fracaso
Olvida
No quiero más tu indiferencia
En la arena del tiempo está mi huella
No trates de borrarla en mi presencia
Olvida.”
JORGE RIGÓ
El tigre despertó y no precisamente para defender al obradorismo. Ya está ocurriendo en Campeche; ahí la sociedad se ha vuelto “un jaguar” muy enojado con su gobernadora... Pero ahora tocó el turno de Guerrero, uno de los estados más fieles al régimen y, por lo mismo, que más se ha visto afectado en años recientes…
Conocidos secuestran a la niña Camila en Taxco y son linchadosPropone INE sanciones a partidos por 21.8 mdp y a aspirantes por 342 milNo se puede decir que esta última ola de violencia inició con la devastación causada por Otis. Si acaso, la situación en la que las autoridades morenistas han sumergido al estado tras el paso del huracán se hizo más cruda, a flor de piel y la puso en el ojo mismo de la atención pública. Cobros de piso, balaceras, amenazas, secuestros, el asesinato de una menor de edad y un pueblo que, cansado de la desidia del gobierno e instituciones, decidió tomar justicia por propia mano. ¿Con ello se igualó a los criminales? Cabe la pregunta.
¿Qué haría usted si conoció a la menor de edad, si tiene hijos pequeños, si sabe que unos canallas asesinaron a una niña de 8 añitos y la autoridad no hace —ni hará— nada al respecto?
Algunos claman por la desaparición de poderes. En sentido estricto no es necesario, pues no los hay. Ese estado arde precisamente porque no hay ley. Que la ley no sea la ley puede sonar bonito, anarquista, romántico incluso, pero tiene sus consecuencias. Entre otras: que la gente no pueda confiar en los criterios —buenos o malos— que ofrece la normatividad. Esto es, que “la justicia” se imparta a discreción. En otras palabras, que NO exista justicia alguna. Y lo que terminó ocurriendo en la ciudad de Taxco fue que lincharon a quienes —todo indica— son unos criminales.
Camila, la menor de ocho años fue invitada a nadar por la amiga de su mamá. En realidad se trataba de un secuestro y pidieron 250 mil pesos para liberarla. Desgraciadamente, los captores (“la amiga” y su novio) asesinaron a la niña. Luego, con premeditación, sacaron el cuerpo en una bolsa negra de basura, lo colocaron en la cajuela de un taxi y terminaron botándolo en un terreno baldío.
La pasividad de las autoridades hizo que los vecinos reaccionaran. La secuestradora resultó muerta por la golpiza (se ha dado a conocer información —no confirmada— que también murió el hijo de esta, de ocho años de edad).
El presidente municipal de Taxco, Mario Figueroa (de ‘Fuerza por México’, aliado local de Morena), dice que Evelyn Salgado, gobernadora de Guerrero, ya no le toma las llamadas. No lo dudo. A las cuatro de la mañana del día de hoy, ni ella ni su padre habían compartido nada al respecto en sus redes sociales. Tampoco valió ningún comentario y/o pésame de parte de López Obrador, Claudia Sheinbaum o… Xóchitl Gálvez.
Guerrero se desmorona. El servicio de transporte público tuvo que ser retomado por los soldados, pues los choferes de Acapulco fueron amenazados de muerte de continuar prestando sus servicios. ¿Se detuvieron a los delincuentes? ¿Se les castigó? NADA. Este miércoles 27, un autobús fue rociado de gasolina y prendido en Acapulco. No hubo detenidos. A cinco meses de la tragedia, la incidencia delictiva en el puerto continua a la alza (Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública).
Guerrero es tierra de nadie, o sí: de la delincuencia y del gobernador de facto; su hija nada puede hacer, o sí: cantar.
En el colmo de la desfachatez, Doroteo Vázquez, secretario de Seguridad de Taxco, responsabilizó a la madre de Camila de omisión: “si tengo un hijo debo vigilarlo”. La madre transida por el dolor, por confiar en su amiga, y la “autoridad” la señala. Si hay que cuidar más a los menores —y a todos— es debido a que, quienes deberían velar por la seguridad de la población, no lo hacen y solo reparten culpas.
Se dijo: el pueblo bueno terminaría cansando de los “abrazos no balazos”, pero los morenistas y aliados replicaron el desprecio por el estado de Derecho que muestra el que habita Palacio Nacional.
Seguramente dirán que “son cosas que pasan” (dixit, otro morenista, Rubén Rocha, gobernador de Sinaloa) y que la violencia del país ya va a la baja. Eso no es así. Y estos niveles de violencia muestran un estado sin ley, olvidado por sus autoridades; donde la comunidad enardecida replica el asesinato en la asesina… y en su hijo.
El tigre despertó y es peligroso. No sabe esperar; exige los resultados que el gobierno no le otorga.
Cuando López Obrador sea cuestionado al respecto, confirmaremos que él y solo él es víctima. No será la niña asesinada. Se reirá ante esta tragedia.
Giro de la Perinola
López Obrador decidió mostrar su apoyo a Layda Sansores en el conflicto con los elementos de seguridad pública de Campeche. Los policías de la entidad le expresaron su decepción: “Siempre lo hemos apoyado, señor presidente. ¿Por qué nos traiciona así? ¿Qué necesita suceder en Campeche para que se preste atención?, ¿tiene que morir uno de nosotros?”.
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