Atlixco, Pue.- Quienes frecuentemente visitan el panteón de esta ciudad, pero sobre todo en estos tiempos de Todos Santos, coinciden: la amplia zona de párvulos, la cual ocupa el 40 por ciento de ese lugar, tiene una energía o vibra muy especial.
Contradictoriamente esa área es la más viva del camposanto por una razón: los adornos multicolores, en su mayoría juguetes, saturan las reducidas tumbas.
Ahí se debe caminar con mucho cuidado entre las lápidas de cemento y de tierra para, por ejemplo, no pisar los nostálgicos recuerdos como carritos, sonajas y rehiletes.
El lugar está lleno de gigantes peluches dejados por los padres severamente inundados de dolor ante la pérdida de un hijo.
Recién nacido, el pequeño Juan Bustamante Morales, perdió la vida el 23 de septiembre del 2023, según relata la cruz blanca. Sus progenitores dejaron, para intentar mitigar ese suplicio, el peluche más grande de todo el cementerio: Picachú amarillo.
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Fotos: Lena Velázquez
cdch
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