Xicotepec, Pue.- Pobladores El Cajón, en la parte baja del basurero de El Zoquital, supuestamente clausurado por Profepa en octubre pasado, denunciaron la persistencia de la quema de llantas y el tiradero de desechos y demandaron su cierre definitivo debido a que ha provocado la muerte de algunos de sus animales y la proliferación de enfermedades pulmonares.
Continúa operando basurero de El Zoquital clausurado por ProfepaContinúan tirando basura en El Zoquital pese a clausura de la ProfepaUn lodoso y destruido camino permite llegar a pie, porque no hay transporte público, hasta la comunidad ubicada un kilómetro abajo de la barranca que sirve como tiradero de basura a las administraciones municipales de Xicotepec, Juan Galindo y Huauchinango.
La humedad propicia que los lixiviados con sus repulsivos olores corran como un río por la serpenteada vereda y lo invadan todo, mientras el humo negro de la quema de decenas de neumáticos dificulta no sólo la visibilidad, sino la respiración.
En El Cajón viven poco más de 250 personas. “Tal vez por eso es que no nos hacen caso”, dicen sus habitantes y recuerdan que hace más de cinco años, enviaron un oficio a las autoridades de Xicotepec para que cerraran el tiradero ubicado en un terreno propiedad de Conrado Rivera quien mes a mes recibe cerca de 185 mil pesos por su alquiler.
Denuncian que la contaminación generada por el basurero ya provocó la muerte de ganado que pasta en las cercanías y constituye una grave amenaza para ellos “porque en cualquier momento toda la basura se nos cae encima. Pero lo que más nos preocupa es que todos los días queman llantas y entonces, respirar, se vuelve prácticamente imposible”.
Paula Sánchez, Esteban Salas Simón, Herlinda Vargas Gaspar indicaron que los lixiviados alcanzaron ya algunos manantiales de donde se abastecen varias familias del pueblo y llegaron al arroyo del que abrevaron algunos animales que, posteriormente murieron.
Aunque no supieron decir el número exacto de ganado muerto por el consumo de los líquidos contaminantes dijeron que han sido cuando menos cuatro.
Refieren que en temporada de lluvias las chocolatosas y pestilentes aguas bajan como un arroyo, luego se evaporan por el sol y se filtran a la tierra hasta llegar al manantial y en época de calor el olor es insoportable.
“En abril y mayo en lugar de tomar una fresca se viene al pueblo todo el olor de la basura y en lugar de tomar una fresca, lo que olemos es pura podredumbre. Los zopilotes bajan con la basura en los picos y la riegan por todos lados además de que defecan en cualquier lado”, señalaron.
En el pueblo, dijeron, proliferan las enfermedades respiratorias desde simples gripes, hasta bronconeumonía, que atribuyen a la quema diaria de llantas que desprende un denso humo negro provocando elevados niveles de contaminación del aire. “Ahora mismo están quemando y eso que dicen que el tiradero está clausurado”, señalaron al tiempo de demandar su cierre definitivo.
De acuerdo con especialistas, la combustión de los neumáticos genera emanación de gases que contienen sustancias tóxicas como dióxido de carbono, azufre y compuestos clorados que se desplazan por el aire como partículas en suspensión que se depositan en los ojos y en la piel de las personas, que además las absorben al respirar.
El humo toxico o los gases provocados por la quema de llantas dañan al sistema respiratorio, provocando enfermedades bronco-respiratorias, ahogos, asma y cáncer pulmonar. También generan afecciones a la piel, ojos e insuficiencias cardiacas.
Vistas: 10459