San Alejandro, ni se cae ni lo tiran pese a los daños por sismos

Puebla, Pue.- El emblemático Hospital Regional número 36, mejor conocido como San Alejandro, recibió su “último adiós” el pasado 25 de septiembre de 2017, tras haber sufrido el impacto de dos sismos, uno el 7 y otro el 19 de septiembre, quedando inhabilitado al sufrir presuntamente un severo daño estructural. Contra todo pronóstico, el Hospital San Alejandro se mantiene de pie, lo que ha levantado dudas sobre si en realidad es necesaria su demolición.

Un hospital dañado por sismo en Puebla, destaca gobierno federalVIDEO Tráiler embiste a 10 autos en la caseta San Marcos de la México-Puebla; hay dos muertosConstruido en 1972, el que en su época fue considerado como el “Hospital más Grande de Latinoamérica”, sigue de pie resistiendo el paso del tiempo y al menos seis sismos de gran intensidad, el último de ellos ocurrido el pasado martes con una magnitud de 7.1 grados.

Muchas voces han opinado acerca de que es necesario demolerlo, desde el expresidente Enrique peña Nieto, hasta el actual mandatario Andrés Manuel López Obrador; además de secretarios de salud y delegados del instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) a nivel local y federal, pero ahí continúa San Alejandro.

Desde que el Hospital cerró sus puertas, se prometió la construcción de tres nuevos nosocomios, uno donde se encuentra CIMA, otro en Amozoc y uno más en el predio marcado con el número 2721 de la calle 10 poniente de la colonia San Alejandro, de donde tomó su “mote” el coloso.

Promesas, corrupción e incluso una pandemia que puso en jaque el sistema de salud en Puebla, han pasado y no existen avances “ni para atrás, ni para adelante”.

No fue hasta este año en que se comenzó la “supuesta demolición” de acuerdo con el IMSS, la cual estaría a cargo del Ejército Mexicano, pero de eso poco y nada.

ONG en contra de la demolición de San Alejandro

El pasado 2 de mayo, Miguel Edgar Ayllon Villegas, presidente de la asociación “Cumpliendo Sueños” se manifestó con una huelga a las afueras del nosocomio para visibilizar los problemas acarreados a cuatro años del sismo que lo dejó aparentemente inservible y hoy, vuelva a alzar la voz.

En entrevista con Municipios Puebla, Ayllon Villegas aseguró que el hospital requiere de una intervención inmediata, pero no su demolición; pues no existe un dictamen preciso y conciso, en el que se justifique “tumbar” todo el edificio.

“El hospital está ahí, han pasado los años y ninguna autoridad ha vuelto a ver a San Alejandro. Es necesario revisar los dictámenes… Yo personalmente hice una solicitud al IMSS para que me mostrara los dictámenes y éstos se negaron, totalmente en contra de la transparencia”, dijo el médico.

A su consideración, los empresarios no han alzado la voz en pro de sus trabajadores, pues al ser el IMSS una institución tripartita, donde interviene el gobierno federal y los propios “patrones”, estos últimos han hecho mutis para garantizar la adecuada prestación de servicios a los empleados, que también sale de sus bolsillos.

“El Hospital San Alejandro demostró que no se cae. Yo pediría a las autoridades que hicieran público el dictamen, cuál fue la decisión para determinar que fuera derrumbado y que fuera avalado por instancias privadas o universidades, que determinen su validez. ¿Es necesario derribarlo? Ayer con el nuevo temblor deben de presentar un nuevo dictamen, porque hasta ahorita el hospital sigue de pie”.

Cara e innecesaria la demolición de San Alejandro

A esta voz se suma la de la organización Servicios Relacionados con la Infraestructura Física (Servinfra), encabezada por Raúl Carpinteyro, quien acusó el pasado 8 de abril que el dictamen realizado por el IMSS fue emitido por una empresa “patito”, además de considerar como “dramático” el que la institución quiera demolerlo.

“El dictamen que se emitió, de dos empresas, una que se dedica a hacer estudios ambientales y otra que se dedica vender productos al politécnico, dos empresas patito, con eso se está amparando el instituto para demolerlo y no se debe de demoler”, dijo Raúl Carpinteyro, asegurando que las fallas pueden corregirse.

Esto lo manifestaron en su calidad de Director Responsable de Obra (DRO), asegurando que no es su intención ejecutar la obra, pero su responsabilidad es denunciar las anomalías que se han registrado.

El especialista consideró que, mientras realizar un nuevo proyecto costará más de mil millones de pesos, la rehabilitación y reforzamiento de San Alejandro podría costar no más de 700 millones de pesos, representando un ahorro, por lo que se debe de realizar un estudio completo de las condiciones en las que se encuentra el inmueble.

Fotos Carlos Cozatl

aj

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