La planta de Forvia Faurecia en Puebla ha despedido a 17 trabajadores en la última semana, la mayoría de ellos con restricciones médicas derivadas de accidentes ocurridos mientras realizaban su labor. Según fuentes internas, estos despidos fueron justificados por la empresa debido a una "situación crítica", pero lo que no se tomó en cuenta es que varios de los empleados afectados tienen secuelas de lesiones sufridas durante su trabajo, lo que ha comprometido su capacidad para realizar ciertas tareas.
Los trabajadores despedidos, en su mayoría, habían sufrido lesiones en las manos, rodillas y tendones debido a las exigencias de su trabajo en la línea de costura. Estas lesiones requirieron intervenciones quirúrgicas o tratamientos médicos, dejando a muchos con secuelas que afectan su movilidad. Además de la pérdida de empleo, los afectados se ven ahora privados de acceso a sus seguros médicos, lo que agrava aún más su situación.
Uno de los trabajadores afectados comentó: “Muchos de los despedidos tenían restricciones médicas, algunos se operaron de manos o rodillas, y otros tuvieron problemas con los tendones. A pesar de todo eso, nos despidieron sin ningún apoyo". La situación genera preocupación entre los empleados, quienes temen que la empresa continúe con más despidos bajo el mismo argumento de "situación crítica".
Por otro lado, el sindicato que representa a los trabajadores, la Confederación Revolucionaria de Obreros y Campesinos (CROC), ha sido señalado por no intervenir en este proceso. Según los testimonios de los empleados, el sindicato no tomó acciones para defender a los trabajadores lesionados ni intervino ante la decisión de la empresa. Los supervisores fueron quienes informaron a los empleados sobre sus despidos, sin que el sindicato mediara en la situación. Esta falta de apoyo ha generado desconfianza entre los trabajadores, quienes sienten que su representación no está protegiendo sus derechos.
Los despidos de estos empleados lesionados han dejado en evidencia las condiciones laborales dentro de la planta, donde muchos trabajadores se encuentran expuestos a accidentes que afectan su salud. Los empleados despedidos se encuentran ahora en una situación difícil, ya que no solo pierden su empleo, sino que también deben afrontar la falta de atención médica y las secuelas de las lesiones sufridas durante su trabajo.
La situación resalta la necesidad de una mayor protección para los trabajadores que sufren accidentes laborales, así como de un respaldo real por parte del sindicato ante decisiones que afectan directamente su bienestar y estabilidad laboral. Sin una intervención adecuada de las autoridades y de sus representantes sindicales, los trabajadores temen que estos despidos continúen, poniendo en riesgo la seguridad de muchos más.
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