Para revisar que los alimentos y productos de consumo cotidiano cumplan con lo establecido en la Ley Federal de Protección al Consumidor (LFPC) y con las Normas Oficiales Mexicanas correspondientes, la Dirección General de Laboratorio Nacional de Protección al Consumidor cuenta con la Dirección de Investigaciones Químico-Biológicas y con la Dirección de Investigaciones Físico-Tecnológicas.
Recomienda Profeco evitar consumir alimentos con colorantes industrializados Llama Profeco a respetar los precios de la gasolina regularEn esta Dirección General, el Laboratorio adscrito a la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) realiza estudios de calidad y análisis solicitados por las áreas de verificación de la Procuraduría –derivados de un acto de verificación-, así como análisis requeridos por solicitantes externos –fabricantes, importadores, comercializadores de alimentos, por ejemplo-, respecto de alimentos y productos del ámbito Químico-Biológicas y de otros productos –no alimentos- del área Físico-Tecnológicas.
Para ello, cuenta con las Direcciones de Área Químico-Biológicas y Físico-Tecnológicas, que se encargan cada una del ámbito de sus atribuciones. Por ejemplo, el Área Químico-Biológicas, en materia de alimentos, es la que analiza la sanidad, inocuidad, tipos de bacterias en alimentos, contenido neto y masa drenada, contenidos de proteínas, grasas vegetales y de animales, así como la declaración nutrimental, dependiendo del producto que se revise.
Asimismo, se examina la cantidad de microorganismos benéficos que puede tener un alimento --como el yogurt, por ejemplo-- para saber si cumplen los requerimientos de las Normas Oficiales Mexicanas.
Es importante señalar que las Normas Oficiales Mexicanas aplicables a alimentos y a diversos artículos, son de carácter obligatorio.
En el caso de las leyendas contenidas en las etiquetas o envases, el Laboratorio analiza que toda la información sea veraz, comprobable, clara, exenta de textos, diálogos, imágenes, marcas, denominaciones de origen y otras descripciones que induzcan o puedan inducir a error o confusión a las personas consumidoras por la forma engañosa o abusiva en que se ostentan.
Algunos de los productos revisados por el Laboratorio son: pescados –atún y sardina, por ejemplo- y mariscos envasados; pastas y cereales; bebidas alcohólicas y no alcohólicas; productos lácteos, cárnicos y derivados, entre otros.
El proceso de análisis, a cargo de la Dirección de Investigaciones Químico-Biológicas, comienza con una reunión entre personal del laboratorio y productores para explicarles el estudio que se hará, cómo se tomó la muestra, bajo qué Normas Oficiales Mexicanas y, en su caso, estándares y los aspectos a analizar.
Antes de que los estudios sean publicados, los resultados son informados a los productores y, en caso de detectar incumplimientos en los alimentos y productos examinados, se procede a su incautación.
Es importante señalar que los productos y alimentos objeto para un estudio de calidad –previa aprobación del Programa de Estudios de Calidad-, son adquiridos por la Profeco, atendiendo al marco normativo aplicable, como lo es el Procedimiento para elaborar estudios de calidad, el cual forma parte del Manual de Procedimientos de la Dirección General de Laboratorio Nacional de Protección al Consumidor.
Los resultados de los estudios de calidad realizados por la Dirección General de Laboratorio Nacional de Protección al Consumidor se pueden consultar en la Revista del Consumidor, así como en la página electrónica de la Profeco https://www.gob.mx/profeco.
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Foto: Especial
cdch
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