Tras pasar cinco semanas hospitalizado debido a una neumonía grave, el Papa Francisco ha recibido el alta médica y, aunque su estado de salud sigue siendo frágil, se ha confirmado que participará en la tradicional bendición "Urbi et Orbi" el próximo Domingo de Pascua, el 20 de abril, en la Plaza de San Pedro. Esta es una de las ceremonias más significativas para los católicos y, a pesar de los recientes problemas de salud del pontífice, el Vaticano ha confirmado que será parte de la celebración.
El Papa, de 88 años, estuvo bajo cuidados médicos intensivos en el hospital Gemelli en Roma, donde fue tratado por una neumonía que estuvo cerca de costarle la vida en varias ocasiones, según informaron sus médicos. A pesar de que su recuperación ha avanzado, el Vaticano ha señalado que su salud sigue siendo un tema de incertidumbre, por lo que no se puede confirmar aún si Francisco presidirá otras celebraciones de Semana Santa, como el Vía Crucis en el Coliseo de Roma.
Aunque las celebraciones de la Semana Santa seguirán su curso, la Santa Sede explicó que la presencia del Papa en estos eventos dependerá de su evolución en las próximas semanas. Durante su recuperación, Francisco ha estado recibiendo terapias de reeducación motriz y respiratoria, pero no ha mantenido audiencias públicas ni actividades similares debido a su delicado estado de salud.
El anuncio también pone en duda su participación en otros eventos importantes del Vaticano, como la canonización del beato italiano Carlo Acutis, prevista para el 27 de abril. Aunque la canonización sigue en pie, aún no se ha confirmado si el Papa podrá estar presente en la ceremonia, debido a las restricciones impuestas por su convalecencia.
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