Este jueves, Guerrero enfrentó una ola de incendios forestales, con siete focos activos y uno más en monitoreo, que se han concentrado principalmente en las regiones de la Montaña y el Centro del estado. Las autoridades locales, estatales y federales han desplegado brigadas de combatientes, además de contar con el apoyo de voluntarios provenientes de las propias comunidades afectadas.
Según informó la Secretaría de Gestión Integral de Riesgos, los incendios activos están localizados en los municipios de Chilpancingo, Eduardo Neri, San Luis Acatlán, Metlatónoc, Tlacoachistlahuaca y Cochoapa el Grande. Aunque no se reportan riesgos directos para la población o áreas habitadas, la lucha contra el fuego se complica debido a lo inaccesible de las zonas afectadas.
Uno de los incendios más relevantes se registra en los puntos conocidos como San Cristóbal y Santa María, en el municipio de Tlacoachistlahuaca. En este caso, se encuentran 49 voluntarios luchando contra el siniestro, sin presencia de autoridades oficiales, ya que son brigadas comunitarias capacitadas previamente para hacer frente a la temporada de incendios. Estos voluntarios han sido clave en el control del fuego en áreas donde las brigadas gubernamentales no pueden llegar fácilmente.
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En la zona de la Montaña Alta, específicamente en San Lucas Río Grande, el combate contra el fuego ha sido coordinado por cinco brigadistas de Protección Civil y Seguridad Pública municipal, pero el número de voluntarios asciende a 60. La solidaridad de las comunidades locales ha sido fundamental para frenar el avance de las llamas.
En el municipio de Metlatónoc se reportan dos incendios activos, uno en Ahuehutla y otro en Coyulillo. El primero cuenta con el apoyo de personal de la Comisión Nacional Forestal (Conafor), brigadistas de Protección Civil municipal y 17 voluntarios. En el segundo, el esfuerzo está a cargo solo de Protección Civil y 43 voluntarios. Estos incendios están siendo monitoreados de cerca para evitar que se expandan.
Finalmente, en el municipio de Eduardo Neri, se mantiene un incendio en monitoreo. Aunque sus dimensiones no representan un peligro inmediato, las autoridades siguen de cerca su evolución para asegurarse de que no cause mayores problemas.
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