Huauchinango, Pue.- Cientos de familias indígenas de las comunidades de Nopala, Cuauxinca, Huilacapixtla, Alseseca y Matlaluca, pertenecientes a Huauchinango, se quedaron incomunicadas y con pocos víveres, tras el paso de la tormenta tropical Earl.
El río se partió en dos y arrasó con casas y personas en ChicahuaxtlaCon 8 mdp inicia reconstrucción de 29 municipios poblanos dañadosLos habitantes de los primeros tres pueblos tampoco tienen energía eléctrica, además de que han tenido que alquilar maquinaria pesada para el desazolve de la carretera que va a Naupan.
Cuando los automovilistas se desvían de la carretera federal hacia la estatal para llegar a estos poblados deben detener su marcha a pocos kilómetros, pues se encuentran con decenas de hombres quienes con picos y palas trabajan a marchas forzadas para retirar piedras, lodo y árboles arrancados de raíz que bloquean la cinta asfáltica.
El trabajo de la gente es apoyado durante algunos momentos por policías estatales, quienes toman las herramientas para agilizar las labores.
"Es mucho el escombro que se tiene que quitar y parece que no podemos acabar. Se ve interminable”, dijo Ángel Hernández Mérida, de Cuauxinca.
No tienen maquinaria pesada como en Tlaola o Xaltepec
Los lugareños dijeron que aquí no ha llegado la maquinaria pesada que sí hay en Xaltepec o algunos pueblos de Tlaola, por lo que han tenido que cooperarse para pagar la renta de algún vehículo de esas características y avanzar más rápido, antes que se queden sin alimentos.
Lo mismo sucede en Alseseca y Matlaluca, donde también están incomunicados y sufren por el desabasto de comida.
Ambas comunidades son vecinas de la autopista México-Tuxpan, pero no tienen acceso a ella.
"Sólo pasa a un lado, pero nunca quisieron abrirnos una brecha para que la pudiéramos usar y debemos dar la vuelta por el cerro y el camino está tapado”, aseguran las autoridades auxiliares.
Además del desabasto, encarecen los alimentos
Todos coinciden en que en las tiendas ya no hay maíz ni frijol; que la botella de agua que costaba 8 pesos, ahora la están vendiendo en 15 pesos; y que las velas que se compraban en 5 pesos subieron a 20 pesos.
La escasez de mercancía y el aumento en la demanda se deben a que no hay energía eléctrica. La línea que parte de la carretera federal México-Tuxpan se vino abajo al caer los postes que soportaban los cables.
Hay grandes montoneras de lodo en la carretera a Naupan que ocupan no sólo los de Cuaxinca, Nopala y Huila, por ahí también circulan los de Tlaxpanaloya, Chachahuantla .
En los rostros de los lugareños se ve el cansancio, pues han trabajado desde el domingo, incluso bajo la lluvia, pero también expresan impotencia, ya que ven que sus esfuerzos parecieran inútiles ante la cantidad de piedras y de lodo.
Dicen también que desde ese día han llamado a los teléfonos que ofrece la Comisión Federal de Electricidad (CFE) para atención ciudadana, pero hasta el momento no les ha contestado ninguna operadora telefónica.
Los quejosos quieren hacer del conocimiento a la empresa que sus obreros llegaron el lunes y se dieron media vuelta para irse. “Vieron los postes, se dieron la vuelta con todo y su herramienta, tal vez se espantaron o les dio flojera”, señalaron.
Con ellos han trabajado 50 rancheros que contrató el Comisionado Nacional de Migración, Ardelio Vargas Fosado, pero ni así han podido avanzar al ritmo que sus necesidades lo requieren.
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