Pavel Durov, fundador de Telegram, fue imputado por la justicia francesa con varios cargos relacionados con el crimen organizado. A pesar de ser acusado de no actuar contra la difusión de contenidos delictivos en su plataforma de mensajería cifrada, fue liberado bajo control judicial y con la restricción de no abandonar el país.
Durov, quien fue arrestado el sábado en el aeropuerto de Le Bourget en París, enfrenta cargos que incluyen complicidad en la administración de una plataforma en línea para facilitar transacciones ilícitas, con una posible pena de hasta 10 años de prisión.
También se le acusa de no cooperar con las autoridades en las intercepciones autorizadas por la ley y de blanqueo de dinero en banda organizada.
La empresa Telegram ha defendido su cumplimiento con las leyes de la Unión Europea y considera infundadas las acusaciones de responsabilidad por abusos en la plataforma.
A pesar de sus 900 millones de usuarios y su papel clave en la comunicación durante la ofensiva rusa en Ucrania, Telegram ha sido criticada por albergar contenidos ilegales y servicios de compra de drogas.
Además, la justicia francesa ha iniciado una nueva investigación contra Durov por "violencia grave" hacia uno de sus hijos en París. Durov, que reside en Dubái y posee nacionalidad francesa, había llegado a la capital francesa desde Bakú. La detención ha generado dudas sobre su timing, y Moscú ha advertido a Francia contra cualquier intento de "intimidación" hacia el multimillonario, cuya fortuna es estimada en 15.500 millones de dólares.
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Foto: especial
ALR
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